Un gol del delantero polaco desencalló a un Barça poco brillante en Son Moix. Los de Xavi certificaron la sexta victoria consecutiva en la Liga con una actuación más práctica que lúcida
El Barcelona duerme líder de la Liga después de ganar en Mallorca con más dificultad de la prevista. Los de Xavi empezaron el campeonato con un sorprendente 0-0 contra el Rayo en el Camp Nou, pero todo lo que ha venido después ha sido un paseo triunfal. Es el equipo más goleador y el menos goleado y su excelente inicio es debido en gran parte a un polaco que quería salir del Bayern y la Bundesliga demostrar su enorme valía en otro campeonato. Ante el Mallorca Lewandowski marcó la diferencia y suyo fue el tanto que le da otros tres puntos a los azulgranas.
El Mallorca de Javier Aguirre, liderado por Vedat Muriqi y Kang-in Lee –una de las mejores sociedades de la competición doméstica–, examinaba a futbolistas como Gerard Piqué, Jordi Alba o Franck Kessie, que no habían tenido demasiado protagonismo en los compases iniciales del curso. Ansu Fati, titular por primera vez en Liga, también tenía una oportunidad excelente para redimirse después de un parón de selecciones duro para él al no ser convocado por Luis Enrique. Alejandro Balde fue el escogido como recurso de urgencias en el lateral derecho y cumplió sin estridencias pese a sufrir algún pequeño error de concentración.
El guión del choque fue el previsto. Posesión azulgrana abrumadora y presión mallorquinista en busca de una genialidad del surcoreano Kang In Lee, un mediocentro especialista en crear espacios y complemento ideal del «Pirata» Muriqi.
El kosovar, máximo realizador bermellón con 3 goles, uno de ellos en la derrota (4-1) ante el Madrid en el Bernabeú no tuvo su noche y apenas le llegaron balones.
El plan del «Vasco» Aguirre para hacer frente a la maquinaria azulgrana duró 20 minutos, los que necesitó Lewandowski para batir al meta serbio Predrag Rajkovic con un ajustado y rasante derechazo pegado al palo.
Fue una definición precisa, definitiva, justo en los momentos de mayor igualdad en el terreno de juego. El gol del polaco silenció Son Moix y permitió que el Barça tomara el mando del encuentro.
Otro jugador que está siendo diferencial en este Barcelona es Ter Stegen. El meta alemán, que lleva cinco partidos seguidos sin encajar gol, ha recuperado su mejor nivel y ante el Mallorca lo volvió a demostrar con una gran parada desde cerca a Jaume Costa para evitar el posible 1-1 antes de la media parte.
En la reanudación, tanto Muriqi como Antonio Sánchez estuvieron cerca de ver puerta. La respuesta que llegó desde el banquillo catalán no pudo ser más significativa: Pedri empezó a realizar ejercicios de calentamiento. Los azulgranas echaban de menos el balón. Necesitaban al canario y, hasta que no entró pasada la hora de juego, un disparo de Kessie desde fuera del área fue su única aproximación destacada.
Los últimos minutos tuvieron más emoción que juego por lo ajustado del resultado. La grada de Son Moix jaleaba cualquier ataque local ante el conformismo catalán, pero los de Aguirre tienen problemas con el gol -llevan seis tantos en siete partidos- y no inquietaron a Ter Stegen salvo con un disparo lejano de Dani Rodríguez tras un mal saque del meta alemán y un remate cruzado de Kang In Lee al que no llegó Muriqi. Lewandowski deja líder al Barça gracias a una genialidad a la hora de definir. Lo del polaco es de otro planeta.
El próximo encuentro del Barça será este martes en Milán ante el Inter, un duelo decisivo para las aspiraciones de ambos en la Champions League.
Fotos: 20 minutos y Be Soccer
Twitter: @alexgomezse
