Racing estuvo a segundos de consagrarse campeón del Torneo Clausura y terminó quedándose con las manos vacías en Santiago del Estero
La Academia empató 1 a 1 frente a Estudiantes en los 120 minutos y cayó 5 a 4 en la definición por penales, en una final cargada de tensión, desgaste físico y detalles que volvieron a ser determinantes.
El equipo de Gustavo Costas había hecho gran parte del trabajo. Con una postura ordenada, inteligente y aprovechando sus momentos, Racing se puso en ventaja gracias a Adrián Martínez, que volvió a aparecer en una instancia decisiva con una definición de jerarquía. A partir de ahí, el partido se jugó como quería la Academia, con control emocional y solidez defensiva, aún en un contexto adverso por el calor y la exigencia acumulada de la temporada.
Sin embargo, cuando el título parecía encaminado, Estudiantes encontró el empate en tiempo cumplido a través de Guido Carrillo, un golpe durísimo para Racing que pasó de acariciar la consagración a tener que afrontar un alargue desde lo anímico. En esos 30 minutos extra, el equipo sintió el impacto y ya no logró recuperar la claridad ni la energía para inclinar la balanza.
La definición por penales volvió a ser esquiva. Racing ejecutó con convicción, pero un fallo terminó marcando la diferencia y dejó al equipo sin premio. Una vez más, los detalles y la efectividad desde los doce pasos jugaron en contra de una Academia que había sido competitiva durante todo el torneo.
Más allá del resultado, Racing cerró un semestre intenso, con finales disputadas y protagonismo sostenido en el plano local e internacional. La derrota duele porque el título estuvo muy cerca, pero también deja señales de un equipo que compite, que responde en escenarios complejos y que sigue siendo protagonista. El desafío, ahora, será transformar estas experiencias en aprendizaje para lo que viene.
Foto: Prensa Racing Club.
Informa: Juan Donadio Paz.
