Los blancos mejoraron su imagen con respecto al primer partido pero volvieron a caer en Grecia. El tercer partido, que se disputará en Madrid, puede ser definitivo
El Madrid condena las pérdidas de balón y la ineficacia en los tiros libres
El Real Madrid empezó el partido devorándose a Olympiakos. Con 15 puntos de máxima diferencia, los de Chus Mateo mostraron una cara diferente a la del primer encuentro disputado hace apenas dos días. Sin embargo, las malas decisiones arbitrales y la cantidad de pérdidas de balón sumadas a la falta de eficacia en los tiros libres, hicieron que los griegos recortaran distancias antes del descanso. Una técnica a Campazzo en el primer cuarto y otra a Chus Mateo en el segundo, dejaron a las claras que los árbitros no le iban a pasar ni una al Real Madrid.
La facilidad para señalar faltas en ataque desquició a los jugadores, que pese a que empezaron bien el partido, se desenchufaron con el paso de los minutos. Al descanso, Olympiakos se marchó por delante en el marcador con un pabellón de la Paz y la Amistad entregado a los suyos.
El Madrid pierde el segundo partido de los playoffs.
— Real Madrid Basket (@RMBaloncesto) April 25, 2025
Igualdad hasta el final, y desconexión que costó la derrota
El Madrid nunca le perdió la cara al partido. Un buen inicio en el tercer cuarto puso en alerta a los de Bartzokas. Los griegos, con su potencial y sin realizar un baloncesto brillante, no permitieron que los blancos se despegaran en el marcador. Los triples de Vezenkov en los mejores momentos de los de Chus Mateo supusieron un golpe moral a un equipo que no se supo reponer. El Real Madrid fue a remolque durante casi toda la segunda parte, y aunque llegó a estar a 3 puntos, la precipitación le privó de disputar el partido en los minutos finales.
El martes, en el Movistar Arena, el Real Madrid tendrá la última oportunidad para mantenerse vivo en Euroliga. Si gana, habrá cuarto partido en la capital. Si pierde, dirá adiós a la competición europea este curso. Los de El Pireo saben que lo tienen en su mano, pero también son conscientes de que este equipo es diferente y que no se rendirá en ningún momento.