El equipo blanco le ha arrebatado la ventaja de campo a los azulgrana, a los que han barrido en el primer partido de la final. Hanga en la primera parte (16) y Deck en la segunda (18+5+3) fueron los jugadores claves para el Madrid
Puñetazo sobre la mesa del Real Madrid en el primer partido de la final de la Liga Endesa. El conjunto blanco, todavía sin Pablo Laso en el banquillo, pasó por encima de un Barcelona irreconocible en el Palau para llevarse el primer punto (75-88) y asestar un importante golpe anímico a su rival.
La frescura del Madrid contrastó con la pesadez del Barça. Tras el 5-0 inicial con la firma de Mirotic, los blancos explotaron su velocidad. Era atrapar el balón y echarse a correr. Los azulgranas se lo ponían fácil acumulando pérdidas. Y cuando no había transiciones, había triples. Causeur abrió la lata y de ella comieron Yabusele y Hanga. Compareció entonces Núñez en la primera rotación. Lo primero que hizo fue meter un canastón que ayudó a su equipo a marcharse 17-30 al final del primer cuarto.
El festival blanco continuó en el segundo cuarto bajo la batuta de un Adam Hanga que hizo olvidar la larga lista de bajas del Madrid en la posición de base (Williams-Goss, Heurtel, Alocén y Llull, que no salió del banquillo). El húngaro, motivadísimo ante su ex equipo, anotó 16 puntos en la primera mitad que fueron vitales para que su equipo se marchara a los vestuarios con el partido encarrilado (31-49). Los triples de Causeur y las segundas opciones en ataque eran demasiado para un Barça lastrado por las bajas de Sanli y Oriola y por la ineficacia de Davies, inédito al descanso.
La mala noticia para los blancos fue la lesión de Anthony Randolph mediado el cuarto en una acción defensiva sobre Mirotic. El ala-pívot estadounidense se dobló aparatosamente una rodilla antes de quedar un par de minutos doliéndose en el suelo. Muy mala pinta, aunque habrá que esperar a las pruebas a las que se someterá.
Reaccionaron los locales con la conexión Calathes-Mirotic y algo de puntería de Kuric, pero apareció Deck, pletórico en toda la segunda mitad. Su intensidad y su acierto y una buena racha de Taylor cercenaron las acometidas azulgranas en el tercer cuarto. El Madrid llegó a los 23 de renta tras una técnica a Jasikevicius (51-74).
Pero el Barça no se iba a entregar sin luchar. Necesitaba un cambiazo y se lo dieron una subida de sus líneas defensivas y Jokubaitis. Un parcial de 12-0 al inicio del último acto le metió en el partido (63-74). Pero ahí se acabaron las opciones del Barça, que además perdió a Abrines por lesión. Un triple de Deck y el omnipresente problema en el rebote (por momentos el Madrid tuvo tantos rebotes ofensivos, 15, como defensivos tenía el Barça) volvieron a poner las cosas en su sitio y asegurar una merecida victoria para el equipo que más la buscó y que más ganas le puso a la cosa desde el salto inicial.
Los blancos ganan así el primer Clásico de esta final por el título liguero y se hacen con el factor cancha. El miércoles segundo encuentro nuevamente en el Palau.
Fotos: ACB
Twitter: @alexgomezse