El jugador tarraconense de 16 años se va abriendo paso día a día en el mundo del fútbol. Un camino con el que sueña desde que tiene uso de razón y por el que está dispuesto a luchar hasta lograr su máximo objetivo, llegar a lo más alto de este deporte
Ser futbolista profesional significa vivir en una incógnita constante acerca de dónde será tu próximo destino, porque un día puedes estar jugando en España, pero puede ser que al día siguiente tengas que marcharte a cualquier otro país para poder dedicarte a ello.
Thiago Ulla, nacido en Tarragona en el año 2008, comenzó a jugar al fútbol en el Club Deportivo Constantí, el equipo de su barrio. Allí fue donde empezó a soñar con convertirse en futbolista profesional. En el C.D. Constantí comenzó a formarse y a construir su juego.
De allí pasó al Nástic de Tarragona, donde jugó en dos etapas distintas: una como alevín y otra como cadete, aunque jugando en el equipo juvenil, una categoría por encima. Tras su primera etapa en el Nástic, estuvo en varios clubes de barrio, uno de ellos fue el Club Deportivo La Floresta; allí militó en categoría infantil, llegando a jugar los 24 partidos en los que fue convocado. Con ello vino su segunda etapa en el equipo catalán en una categoría superior a la suya, lo que ya nos adelanta el talento que tiene el joven defensa. Aquí, disputó los 23 partidos para los que fue citado.
Thiago Ulla es todo un trotamundos, a sus 16 años ha jugado tanto en España, su país de nacimiento, como en Argentina, el país de su padre. Y es que, tras su segunda etapa en el Nástic de Tarragona, Thiago se marchó para jugar, en un principio, en River Plate, aunque también pasó por el Club Atlético San Lorenzo, dos de las principales canteras del país.
Ocho meses después de dejar su país de nacimiento para luchar por sus sueños, y por lo que realmente ama, Thiago volvió a casa para jugar en el Gavà Nacional, aunque, posteriormente, se marchó al Oviedo.
Thiago Ulla es trabajo, compromiso, esfuerzo y constancia. Destaca por ser un futbolista con gran visión de juego y por ser un jugador que se asocia muy bien con los demás. Es habilidoso, rápido, y un gran líder tanto dentro como fuera del campo. Su posición natural es la de defensa, aunque también puede ocupar la posición de centrocampista.
Su pasión por el fútbol comenzó gracias a su padre, Pablo Ulla, entrenador de fútbol, quien, desde que tiene uso de razón, le ha hablado de fútbol, y se ha convertido en una pasión que ambos comparten: “Cada día me gusta muchísimo más este deporte, cada día nuevo que dios me da, me levanto con una sonrisa por hacer lo que más me gusta, que es el fútbol”.
Esta próxima temporada, Thiago tiene como objetivo conseguir nuevos retos, y nuevas experiencias, que le ayuden a aprender y a seguir creciendo como futbolista. Y para ello, el joven defensa está dispuesto a mostrar de lo que es capaz, y enseñar al mundo el talento que tiene, con el objetivo de poder llegar a lo más alto.