El sevillano llega al club gaditano como entrenador de cantera a los 26 años. Se retiró del fútbol debido a una grave lesión y, durante la recuperación, se enamoró de los banquillos. Ya suma grandes éxitos en su corta carrera como técnico
Para triunfar en el mundo del fútbol, en muchas ocasiones, no solo se necesita talento, sino también mucho, muchísimo trabajo, y una pizca de suerte. Dentro de ese azar, entra el no lesionarse, o encontrar a un entrenador que apueste muy fuerte por ti, para el que seas una pieza principal en su equipo.
Rubén Romo, nacido en Sevilla en el año 1999, tuvo la mala suerte de sufrir una grave lesión en su etapa formativa, pero eso le abrió las puertas de la que es ahora su pasión, entrenar. Romo se enamoró del fútbol a una edad muy temprana, de hecho, según sus propias palabras “en casa no se me recuerda en ningún lugar sin un balón cerca”, asegurando que “comencé practicando fútbol casi a la misma vez que aprendía a andar”.
El andaluz jugó en varios de los equipos más importantes de la capital hispalense, pero un infortunio le cambió la vida. Cuando estaba en el fútbol semiprofesional y con 19 años, en el Soleá, sufrió una grave lesión que le apartó de los terrenos de juego durante varios meses. Sin embargo, durante ese impasse, al no poder jugar, se acercó al trabajo que realizaba el staff técnico, afirmando que “me fui enamorando de esta profesión, ahí realmente comencé a darme cuenta y poder apreciar el trabajo que hay detrás de cada entreno, de cada partido, de cada jugador…”.
Debido al infortunio, la vida de Rubén dio un giro de 180 grados, y cambió el césped por los banquillos. Entonces, le llegó la oportunidad de dirigir al equipo cadete del San Roque Balompié, un gran club de Sevilla. Allí, vivió un año de ensueño, ya que, disputando la Primera Andaluza, la segunda división de la categoría, logró algo que no se había visto en el club, un ascenso a División de Honor.
En esa campaña, el equipo logró alcanzar algo no visto en el club, en una temporada en la que el objetivo era no descender, arrancando con 1 punto de los primeros 15 posibles. Además, para la siguiente campaña, la temporada pasada, consiguió salvar al equipo y mantenerlo una temporada más en la categoría más alta.
El gran trabajo de Rubén Romo con el San Roque le ha abierto las puertas de una gran cantera. A sus 26 años, el entrenador hispalense se ha incorporado a la cantera del Cádiz CF de cara a la campaña 2025-26, en la que dirigirá al equipo infantil del club gaditano, dando el salto a una gran cantera, pudiendo dirigir a chicos con mucho talento.
Rubén Romo es el claro ejemplo de que cuando se cierra una puerta se abre una ventana. Es un entrenador apasionado, disciplinado y ambicioso, que entiende el fútbol como una mezcla de metodología, esfuerzo y valores humanos. No solo se centra en lo técnico-táctico, sino que, aún más importante siendo entrenador de cantera, también le pone mucho énfasis al trabajo mental de los jugadores y la unión del grupo. Con titulación UEFA A, también tiene entre ceja y ceja conseguir la licencia UEFA Pro, la necesaria para llegar a su objetivo, entrenar en el fútbol profesional.