En el mítico Estadio Maracaná, Racing quedó al borde del abismo tras perder 1-0 en la ida de su semifinal continental frente a Flamengo, en un desenlace que golpeó fuerte porque la definición llegó casi al cierre, con un gol en contra de Marcos Rojo que inclinó la balanza para el conjunto brasileño
El equipo de Gustavo Costas llegó al Maracaná con ilusión, y resistió durante gran parte del partido frente a un rival que buscaba imponer su poderío ofensivo.
La figura fue Facundo Cambeses, que en varias ocasiones evitó el gol de Flamengo con reflejos y decisiones acertadas.
No obstante, en el minuto 87, la historia cambió: un rebote tras un remate de Jorge Carrascal, que había eludido rivales y generado la acción con peligro, le cayó a Rojo que, intentando despejar, terminó desviando la pelota hacia su propia red. Gol, silencio en la hinchada académica y ventaja para el local en la serie.
Más allá del resultado, Racing dejó algunas sensaciones positivas: la capacidad para resistir ante un rival exigente, el orden defensivo salvo por ese momento fatídico, y la convicción de que el camino sigue abierto de cara al partido de vuelta. Pero también quedan preguntas: ¿cómo repercutirá el golpe anímico? ¿Qué cambios habrá para la revancha en Avellaneda?
Ahora, la Academia deberá volcarse al Cilindro con la presión de dar vuelta la serie, un reto que tendrá sabor de final anticipada. Y lo hará con la obligación de corregir detalles, ajustar la puntería ofensiva y recuperar la calma para que el golpe no termine siendo decisivo.
Foto: Prensa Racing Club.
Informa: Juan Donadio Paz.