Lo que debía ser una noche de festejo en el Cilindro de Avellaneda se transformó en una pesadilla para Racing Club. El equipo de Gustavo Costas cayó 1-0 frente a un Gimnasia que venía en picada, y lo hizo jugando uno de los peores partidos de la temporada. Sin ideas, sin orden y sin espíritu, la Academia dejó pasar una oportunidad de oro para quedarse con la punta del torneo
Desde el pitazo inicial, Racing se mostró apático y desorientado. A pesar de contar con nombres de peso en el campo, el equipo fue un desconcierto total, sin capacidad para generar juego ni para contener los ataques de un Gimnasia que, con muy poco, se llevó los tres puntos. La falta de rigor táctico fue evidente, con un mediocampo que nunca logró conectar con los delanteros y una defensa que ofreció muchas facilidades.
El gol de Benjamín Domínguez, a los 13 minutos, expuso todas las falencias de un Racing que parecía no haber entendido lo que estaba en juego. Sin reacción y con un planteo que nunca se ajustó a las necesidades del partido, el equipo de Costas se fue al descanso sin mostrar ni una sola idea clara.
En la segunda mitad, el técnico intentó corregir el desastre con varios cambios, pero la respuesta fue igual de pobre. Si bien Racing mejoró en posesión y en actitud, la falta de precisión y la desesperación por el resultado terminaron por hundir cualquier esperanza de remontada. El penal desperdiciado por Maravilla Martínez en tiempo de descuento fue la estocada final para un equipo que no solo perdió el partido, sino también la confianza de su gente.
Para colmo, la expulsión de Martínez minutos después del penal fallido, producto de una reacción desmedida, mostró un preocupante nivel de descontrol emocional en un plantel que parece haber perdido el norte.
La derrota no solo corta una racha de seis partidos invictos en casa, sino que además deja a Racing sumido en un mar de dudas justo en un momento clave del torneo. La imagen mostrada en el campo fue la de un equipo sin identidad, sin carácter y, lo que es peor, sin un plan claro de juego. Si Costas no encuentra rápidamente las respuestas, la Academia podría terminar siendo una mera anécdota en una temporada que parecía prometedora.
Gimnasia, por su parte, aprovechó al máximo las debilidades de su rival y se llevó una victoria vital que rompe una racha de nueve partidos sin ganar como visitante. Racing, en cambio, deberá hacer una profunda autocrítica antes de enfrentar a Huachipato por la Copa Sudamericana. El equipo no solo necesita puntos, sino también una identidad y un liderazgo que hoy parecen ausentes.
Foto: Prensa Racing Club.
Informa: Juan Donadio Paz.