En los últimos meses la Dimayor ha estado en el ojo del huracán, a partir de acontecimientos bochornosos sucedidos en sus categorías profesionales
En el 2021 Colombia fue blanco de constantes críticas por sucesos que han sido catalogados como bochornosos a nivel mundial, escándalos que han golpeado fuertemente el balompié colombiano y toda su cúpula de dirigentes que cada vez más hunden a todos los equipos profesionales, convirtiendo así al fútbol colombiano en un circo.
Uno de los sucesos más recordados sucedió en la Liga BetPlay 2021-1 en un encuentro en donde se veían las caras Águilas Doradas y Chico en un partido fundamental para el conjunto de Boyacá, que buscaba permanecer en la máxima categoría del fútbol colombiano. Para esa época el país estaba sufriendo los picos más altos de Covid-19, por esta razón Águilas solo contaba con siete jugadores para disputar este compromiso, pidiendo formalmente aplazar el compromiso para poder competir en igualdad de condiciones.
Para sorpresa de todos el partido no fue aplazado por la Dimayor, el encuentro se disputó con solo 7 jugadores de Águilas, el cual batalló todo el partido, pero al final fue aplastado por el Chico, que no desaprovechó la oportunidad de conseguir los tres puntos. A partir de este acontecimiento, todos comenzaron a acusar a la Dimayor de ayudar al Chico a mantener la categoría.
Esta afirmación comenzó a tener más poder, a partir de que su presidente Eduardo Pimentel salió públicamente a decir que había pagado 50 millones de pesos colombianos a una persona que le había proporcionado pruebas que confirmaban que los resultados en el fútbol colombiano se regían a partir de las apuestas y la corrupción que hay en el país. Estas supuestas pruebas nunca salieron a la luz, dejando al presidente del equipo boyacense como un charlatán.
Otro escándalo que golpeó fuertemente al fútbol colombiano se dio con la selección Colombia, cuando se descubrió el cartel de reventa de boletería que tenía la Federación Colombiana de Fútbol con los partidos de local que jugaba la Tricolor. Este escándalo fue resuelto rápidamente por la Fiscalía de la nación, que resolvió imponer una multa de 16 mil millones de pesos colombianos a la Federación por este cartel, suma de dinero que fue cancelada rápidamente, dejando este bochornoso escándalo en la impunidad, ya que hasta hoy en día en la federación siguen estando los mismos dirigentes que controlaban este cartel de la boletería.
El último escándalo que sucedido en el 2021 fue el que más revuelo causó, puesto que hasta medios internacionales criticaron y juzgaron lo que había sucedido en el país. En el mes de diciembre se definía el ascenso a la máxima categoría en el fútbol colombiano. Se enfrentaban Llaneros y Unión Magdalena en un encuentro que el conjunto Bananero necesitaba conseguir la victoria para seguir soñando en volver a primera.
El partido se jugó con normalidad hasta el minuto 90, el partido iba 1-0 a favor de Llaneros que dejaba sin posibilidad alguna a Unión Magdalena de volver a la A. Cuando ya todos daban como ganador a Llaneros ocurrió lo inesperado, a falta de dos minutos para finalizar el encuentro el conjunto visitante consiguió darle vuelta al marcador, consiguiendo dos tantos bastante curiosos que despertaron sospechas de que el partido estaba arreglado.
Estas sospechas tomaron fuerza con el segundo tanto conseguido por Jonathan Segura, ya que en esa acción se vivió algo nunca antes visto. Todos los jugadores de Llaneros se quedaron quietos, dejando sin obstáculo alguno al delantero del Unión que remató sin ningún problema, dándole el ascenso al conjunto Bananero. Este acto levantó reproches en todo el mundo, siendo este uno de los escándalos más grandes que han sucedido en la historia del fútbol colombiano.
Como si fuera poco los dirigentes de ambos clubes se lavaron las manos, diciendo públicamente que no existía ningún tipo de arreglo en el juego y que simplemente fueron acciones normales del partido. A partir de estas acciones la Fiscalía tomó cartas en el asunto abriendo un caso de investigación por este partido, a los pocos días de lo sucedido dejó absuelto al Unión, dejando como único investigado a Llaneros.
Por su parte la Dimayor y la Federación Colombiana de Fútbol no hicieron nada, confirmando en el mes de enero la participación del Unión Magdalena en la Liga BetPlay 2022-1. Hasta el día de hoy este caso también ha quedado en impunidad, demostrando una vez más el problema de fondo que tiene el fútbol colombiano, en donde todos sus dirigentes parecen estar vinculados en estas anomalías al no hacer nada por cambiar y mejorar el fútbol en el país.
Colombia de seguir con estos dirigentes en el fútbol continuará hundiéndose como un país en donde su fútbol es considerado como un circo que cada ocho días tiene un escándalo más para sumarle a su repertorio.
Foto: Clarin.com
Twitter: @dannygg1121
