La región italiana, donde se ubica el circuito de Imola, está en alerta roja por fuertes precipitaciones
Durante estas últimas semanas fuertes tormentas han azotado a la región de la Emilia-Romaña, que han provocado inundaciones y desprendimientos de tierra. La situación empeoró el martes debido a la crecida del Río Santerno, que pasa al lado del circuito. Como medida de prevención, se evacuó a todo el personal que trabaja en el paddock ante el riesgo de posibles inundaciones. Las autoridades han prohibido el acceso al circuito a todo el personal y a todos los miembros de los equipos hasta nuevo aviso.
Por el momento, la FIA y las autoridades están pendientes de la evolución del tiempo en los próximos días. No obstante, no se descarta una cancelación del Gran Premio de la Emilia-Romaña si las condiciones meteorológicas no mejoran.
La previsión del tiempo para lo que queda de semana pronostica que el jueves y el viernes habrá cierta calma. Sin embargo, para sábado y domingo, las precipitaciones regresarán al circuito. La probabilidad de lluvia es superior al 50% y del 70-80% a la hora de la clasificación y de la carrera.
En caso de que las condiciones permitan que se dispute el Gran Premio, es muy probable que tengamos un fin de semana en mojado. La imprevisibilidad abre la ventana de que haya alguna sorpresa durante la clasificación y la carrera que cambie el orden habitual de la parrilla. En cualquier caso, todo depende de la evolución de las condiciones meteorológicas durante los próximos días.
Foto: Twitter de Albert Fábrega
Twitter: @pabloo_molina