El Rayo Vallecano repitió, de inicio a fin, el plan que sirvió al Cádiz para ganar en el Camp Nou por 0-1, mismo resultado que se ha dado hoy. Los blaugrana volvieron a mostrar una imagen muy alejada de lo que les pide Xavi
El Barça ha renunciado definitivamente a luchar por la Liga. La derrota ante el Rayo Vallecano (0-1), segunda seguida en el Camp Nou tras la del Cádiz seis días antes, hace que al Real Madrid le valga con un punto para ser campeón, lo que podría suceder el sábado en el Bernabéu ante el Espanyol. Un gol de Álvaro García y la impotencia ofensiva de los azulgranas dejaron vista para sentencia la lucha por el título.
Xavi le dio descanso a Piqué y Dani Alves, y el conjunto blaugrana comenzó mandando sobre el césped, con Dembélé intentándolo por su banda con insistencia, como es habitual en él. Sin embargo, fueron los rayistas los que golpearon primero gracias a una jugada de sus dos jugadores más talentosos. Isi Palazón se fue de varios pasado el centro del campo, se giró y encontró en el espacio a Álvaro García, cuyo remate –pese a ser con su pierna menos buena, la derecha– se coló pegado al palo más cercano a Ter Stegen.
Intentó reaccionar rápido el Barça y a punto estuvo de llegar la igualada culé en una acción de carambola que casi acaba en gol en propia portería del rayista Óscar Valentín. Los azulgranas querían madurar el partido a través del balón, pero que no acababa de encontrar la forma de incomodar frente al planteamiento de Andoni Iraola. Equipo y afición volvieron a conectar después de unos minutos de pasividad con un disparo de Jordi Alba desde la frontal que salió lamiendo el palo del arco rival. Apretaba el Camp Nou, consciente de la necesidad de apoyar a los jugadores para intentar la remontada y que no estaba de acuerdo con algunas decisiones arbitrales.
Gavi de lejos (siendo un auténtico martillo), Araujo por empuje o Ferran Torres desde la izquierda eran los más activos de un Barcelona que buscaba la reacción. Pero nada de nada. Todo seguía igual. Fue Gavi, de hecho, quien inició la mejor ocasión del primer tiempo, enviando un balón al palo que acabó rematando Ferran Torres a gol en posición de fuera de juego.
Con un extraño cambio al descanso (Lenglet por Dest, pasando Araujo al lateral derecho), el Barça inició de nuevo el partido muy desconectado, sin ideas, sin saber cómo crearle peligro real a un Rayo valiente que no quiso encerrarse toda la segunda mitad.
El equipo lo intenta, apreta, suma, corre, suda y vive todo aquello que debe ser vivido sobre el césped, pero no le llega. Quizás el problema es otro, es de calidad. Xavi debe tenerlo claro, pero no es momento de menospreciar a sus futbolistas. Xavi habló con los cambios: sacó a De Jong para que entrara Nico, a Ferran por Memphis y a Aubameyang por Luuk. Y, a la desesperada, salió Èric por Adama.
En los últimos quince minutos el Barça apretó, síntoma de que quizás no todo es fútbol en la vida, sino también actitud. Cuando el Rayo empezó a perder tiempo, el Camp Nou se indignó. Ni siquiera el escandaloso penalti cometido sobre Gavi justifica que todas las grandes ocasiones se produjeran en los últimos diez minutos.
Lo ha intentó también Adama en un par de ocasiones topándose de nuevo con el portero rival, mientras que Dembélé, en el minuto 100, logró conectar una volea que fue rechazada bajo palos por un defensor del Rayo.
Finalmente una nueva derrota y mucho tiene que mejorar este equipo en cuanto a hambre y calidad si quiere sacar su mejor versión.
Fotos: FC Barcelona
Twitter: @alexgomezse