Alex Gómez
El centrocampista de la Real es el relevo natural de Busquets tanto en el Barça como en la selección. A sus 23 años, ha ganado en liderazgo y madurez en el equipo dirigido por Imanol Alguacil
El FC Barcelona ha hecho una gran inversión en el último mercado de fichajes. Sin embargo, aún quedan posiciones por reforzar en una plantilla sobre la que se deberá actuar en los próximos mercados. Uno de esos puestos en los que hay que buscar un jugador de referencia es el del pivote, donde Sergio Busquets lleva siendo el dueño y señor desde 2008. Sin embargo, el centrocampista catalán acaba contrato en 2023 y por ahora no está claro que vaya a renovar. Y si renovase, no sería a muy largo plazo. Por tanto, ahí hay que reforzarse cuanto antes y Xavi Hernández es muy consciente de ello. Y tiene un elegido: Martín Zubimendi, pivote de la Real Sociedad.
Zubimendi, de 23 años, es una debilidad para el entrenador azulgrana. De hecho, el jugador donostiarra es el pivote que más gusta a Xavi para sustituir a Sergio Busquets cuando se vaya. El de Badia del Vallès tiene mucho desgaste físico y psicológico tras muchas temporadas siendo referencia del Barça y de la selección española. A Xavi le encantaría que siguiese pero Busi lleva mucho desgaste. Además, el Inter de Miami lo quiere fichar y a él le seduce la idea de recalar en la liga norteamericana para que su familia viva la experiencia de residir en ese país y en esa ciudad.
El mediocampista del conjunto donostiarra cuenta con un exquisito trato de balón, siendo capaz de repartir el juego desde el fondo con limpieza y con un amplio registro de pase. Defensivamente, ha desarrollado una gran lectura de juego, lo que le permite anticiparse a las acciones de sus rivales, además de contar con un físico potente. Finalmente, su personalidad le ha llevado a consagrarse como una de las figuras de la Real Sociedad con solo 23 años, disputando 107 partidos y ganándose la condición de ‘indiscutible’ para Imanol Alguacil.
Sin embargo, su operación no se antoja para nada sencilla. El motivo detrás de esto es, precisamente, su rol fundamental en la Real, donde es una de las piezas claves de su entrenador. Por ello, la escuadra donostiarra se remitiría a su cláusula de rescisión, la cual está tasada en 60 millones de euros, una cifra elevada para las pretensiones del Barça. Con un valor de 30 ‘kilos’ según ‘Transfermarkt’, los culés podrían optar por negociar con la Real, aunque estos no pondrán las cosas fáciles.
Fotos: El Gol Digital y Marca
Twitter: @alexgomezse
