Una realidad que el dinero tapa: el próximo mundial se llevará a cabo en un país en el que las mujeres y minorías casi ni tienen derechos y donde hasta al día de hoy, han fallecido miles de personas en la construcción de estadios


Antes de comenzar con este polémico artículo, es necesario declarar que toda la información en la que indagaremos está comprobada en su totalidad, sea por medios periodísticos reconocidos alrededor del mundo o por periodistas independiente. Esto es necesario aclarar porque alrededor del mismo tópico se han construído muchos rumores que son falsos, aunque tienen la misma intención que esta opinión en cuestión: mostrar la verdadera cara del mundial de Qatar 2022.

Para entender de donde sale la decisión de elegir a Qatar como sede mundialista, debemos trasladarnos al año 2010. Se sabe que Mohammed bin Hamman desembolsó 3,7 millones de euros a dirigentes mediante testaferros para comprar sus votos en la elección se la sede. Hamman por ese entonces era el presidente de una jóven Federación Qatarí de Fútbol. Esto se confirmaría tres años después por medios como France Football o Sunday Times, quienes titulaban este episodio polémico como »QatarGate».

Esto es apenas la parte superior de un profundo iceberg de corrupción en la FIFA, que involucraría a altos cargos dirigenciales e incluso al presidente francés de ese entonces: Nicolas Sarkozy. Esto explotaría en el año 2015, en el cual cientos de dirigentes alrededor del mundo serían descubiertos con múltiples cargos de lavado de dinero, destapándose el »FifaGate», el mayor escandalo de corrupción en la historia del fútbol.

Todo esto entra netamente en el contexto de organización del torneo. Hablando de la construcción de estadios: Qatar dispuso un plan para la construcción de seis completamente nuevos estadios en su país, que cuentan con tecnología de punta, convirtiéndolos en algunos de los estadios mas modernos del planeta.

Si bien, todo parece muy impresionante y bonito, esto cambia cuando nos enteramos que en la construcción de estas imponentes estructuras han fallecido no cientas, sino miles de personas en condiciones bastante sospechosas.

Hasta Febrero de 2021, The Guardian informaba que mas de 6500 trabajadores de países como India, Pakistán, Bangladesh, Nepal y Sri Lanka habían perecido en las áreas de construcción de estos estadios. Sin embargo, las empresas y la data nos dicen que la gran parte de estos fallecieron por »causas externas a las obras de los estadios», entre los que están también la data de suicidios, accidentes domésticos o causas naturales.

La Organización Internacional del Trabajo de la ONU se pronunció ante esto afirmando que muchas de las muertes probablemente hayan sido por las condiciones infernales a las que se llevaba a estos inmigrantes a trabajar. Justamente en la investigación con The Guardian es que se coloca en duda las medidas del gobierno qatarí y su poca ayuda en el caso, como la negación rotunda cuando se les solicitó realizar autopsias a los fallecidos en los recintos.

Como mencioné previamente, esto es un iceberg, y mientras más profundo vayamos, todo se va tornando más oscuro. Tenemos que tocar otro tema sumamente delicado que parece que la FIFA no tomó en cuenta al escoger la sede, al parecer: los nulos derechos de las mujeres en Qatar.

Es necesario mencionar el caso específico de Paola Schietekat. Periodista méxicana residente en el país árabe que fue condenada (y cito, literalmente) 100 latigazos y 7 años de prisión por mantener una relación extramatrimonial. ¿Lo peor? Antes de ser ajusticiada de una forma inhumana, fue ella la que denunció un hecho de violencia doméstica, siendo totalmente ignorada por las autoridades qatarís.

Qatar, como país musulmán de caracter bastante conservador, tiene leyes estrictas en cuanto a la tutela y las libertades femeninas. Las mujeres en el país árabe deben tener y pedir permiso para casarse, conducir, estudiar, y ahora, ir a recintos deportivos. También es bastante sabido ya que no se enfocará a las mujeres que vayan a los estadios durante las transmisiones televisivas, todo esto para respetar las leyes del país.

Sumado a esto, se entiende que los derechos para, por ejemplo, la comunidad LGTBQ+ son sumamente limitados, por no decir inexistentes. Si bien, Nasser Al Khatter, presidente del comité organizador del evento ha dicho que »Qatar es un país de acogida» agregó que las muestras de afecto entre homosexuales no están prohibídas, pero es mejor »evitarlas» para ir en contra de las leyes del país.

Esto, para una gran cantidad de hinchas pertenecientes a la comunidad, no representa un sentimiento de seguridad en lo absoluto, más aún teniendo en cuenta los antecedentes terribles para personas homosexuales en este país.

Si realizamos un resúmen en corto, el Mundial de Qatar nace en un entorno de corrupción entre dirigentes, se construye encima de los miles de fallecidos de los estadios y se desarrollará en un país donde mujeres y homosexuales no gozan de total libertad, a pesar que deberían como ciudadanos de un mundo cada vez mas globalizado.

¿A donde nos lleva todo esto? ¿Ha puesto la FIFA sus intereses económicos por encima de la moral y lo deportivo incluso? Esas conclusiones pueden ser sacadas por cada uno de ustedes. Si bien, este Mundial puede ser algo histórico como vienen siendo sus predecesores en el ámbito deportivo, está dejando la moral de una institución tan grande como la de la FIFA, por los suelos.

Fotos: FIFA World Cup

Twitter: @nicolasball00on