El nuevo modelo al «sprint» decepciona y no consigue el espectáculo que prometió
Durante el pasado fin de semana fuimos testigos del primer Gran Premio con formato al “sprint” de la temporada. Tras dos años de pruebas con este modelo, la Formula 1 introdujo en Bakú un nuevo sistema que a priori traería mayor espectáculo, aunque, de nuevo, no fue así.
A lo largo de las dos últimas temporadas hemos presenciado cómo la Fórmula 1 experimentaba añadiendo una carrera al sprint los sábados de cuyo resultado se formaría la parrilla de salida para la carrera del domingo. Este modelo provocaba que los pilotos no arriesgasen lo más mínimo el sábado teniendo en cuenta que, para muchos, la verdadera posibilidad de conseguir puntos estaba los domingos. Para esta ocasión, la máxima categoría del motor decidió variar el formato. Independizó el sábado del domingo añadiendo una sesión de clasificación más. De esta forma, los pilotos y equipos no tendrían excusa para no batallar en la carrera al “sprint” del sábado y de ese modo tendríamos más acción en pista. Sin embargo, la realidad volvió a opacar los sueños de la Fórmula 1.
El fin de semana comenzó el viernes con una sesión de entrenamientos más interesante de lo habitual. Al ser la única sesión de pruebas de todo el fin de semana, los equipos contaban con apenas 60 minutos para extraer todos los datos posibles de la pista y de los monoplazas. Sin embargo, las banderas rojas redujeron aún más estos ensayos. Ya por la tarde tuvo lugar la clasificación que formaría la parrilla del domingo. Fue el sábado cuando el fin de semana empezó a hacerse cuesta arriba.
Sin más tiempo para pruebas, los pilotos volvieron a salir a pista la mañana del sábado para repetir una clasificación que ya habíamos visto un día anterior. Sin muchos alicientes para el espectador, la parrilla de salida del sábado no difirió en exceso de la del domingo, algo que ya se podía prever teniendo en cuenta que eran los mismos coches en la misma pista, pero un día después… Pero no pasa nada, ya que esa misma tarde íbamos a tener la carrera más espectacular de los últimos tiempos, o al menos así nos lo pintaban desde la Fórmula 1.
La realidad volvió a distar de la ficción. Una carrera que comenzó entretenida por la lucha de los dos Red Bulls con el Ferrari de Leclerc, pero que poco a poco acabó convirtiéndose en una procesión. Al finalizar la “sprint”, daba la sensación de que faltaba algo. Faltaban estrategias, faltaba degradación, faltaban batallas… Precisamente faltaba todo aquello que ya nos da la carrera del domingo, la tradicional. Para ahondar más en la herida, esta carrera al “sprint” no hizo más que restar incertidumbre a la del domingo, ya que todos sabíamos un día antes de la carrera que el ritmo de los Red Bull era imparable y que a Leclerc le iba a durar la pole dos vueltas. Y así fue.
De hecho, si nos ponemos exquisitos, podríamos afirmar también que este nuevo formato de fin de semana provocó que la carrera del domingo fuese más aburrida de lo que suele ser en las calles de Bakú. La falta de información respecto a la degradación con la que contaban los equipos provocó que todos fueran más conservadores de lo habitual. Esto se demuestra observando como algunos pilotos (Ocon y Hülkenberg) realizaron toda la carrera con los mismos compuestos teniendo que para tan solo en la última vuelta para cumplir con el reglamento, a pesar de que Pirelli traía a Azerbaiyán las especificaciones de neumáticos más blandas.
Al contar con tan solo una sesión de entrenamientos, los equipos no pudieron probar con los duros, por lo que no contaban con suficiente información como para saber hasta dónde se podían estirar esos neumáticos. Esto provocó que el ritmo de carrera fuese lento y que la degradación apenas existiese por ese conservadurismo fundamentado de las escuderías.
En definitiva, habrá que esperar a ver como funciona este modelo en los otros cinco Grandes Premios en los que se implementará. Mientras tanto, solo podemos juzgar lo que ya hemos visto, y lo que hemos visto no mejora a lo que ya teníamos. Lo cierto es que el formato tradicional que lleva empleando la Fórmula 1 desde el año 2006 es el que mejor ha funcionado y el que mejor funciona a día de hoy. Quizá la fórmula del éxito no se basa en hacer más carreras, sino en conseguir igualdad de rendimiento. Eso sí que sería una auténtica revolución en la Fórmula 1…
Foto: DAZN
Twitter: @alvarocd_21