La magia y la estrategia se combinaron en la tanda de penaltis entre Tigres y Vancouver Whitecaps durante los dieciseisavos de final de la Leagues Cup
Nahuel Guzmán, el portero de Tigres, se convirtió en el protagonista de una secuencia memorable al adoptar una peculiar técnica de distracción.
Guzmán, guardameta mexicano, desplegó una técnica inusual al sacarse una serpentina de la boca mientras el rival se preparaba para patear el penalti. Esta audaz estrategia desconcentró al jugador rival, lo que resultó en una atajada espectacular por parte de Guzmán. Su acción decisiva fue clave para que Tigres avanzara a la siguiente ronda del torneo binacional.
Curiosamente, previamente a su éxito como «mimo» de los penales, Guzmán había intentado una técnica similar al imitar a un mimo con gestos extravagantes. Sin embargo, en esa ocasión no logró su cometido, y el venezolano Sergio Córdova logró convertir el penalti a favor del equipo canadiense.