La floja actuación de varios jugadores blaugrana resultó determinante en el naufragio del Barça en el 0-4 del Camp Nou. El equipo demostró en ese partido limitaciones en todas las líneas, algunas especialmente decisivas
Pasan los días tras la dolorosa goleada encajada por el Barcelona a manos del Real Madrid en el Camp Nou y es lógico tratar de explicar lo que sucedió. En caliente, Xavi lo achacó a la magnífica segunda parte del Real Madrid, al no haber sabido aprovechar las ocasiones cuando se tuvieron y al peso psicológico de los goles justo antes y después del descanso.
Con algo más de distancia, la lectura puede ir más allá. Está claro que el Barça acusó tener a cuatro titulares lesionados. Los encargados de suplirlos no lograron evitar que se notase su ausencia. Pero no fue sólo una cuestión de titulares y suplentes. En general, el Clásico deja señalados a unos cuantos futbolistas, que no estuvieron al nivel necesario.
Marcos no es defensa central. Queda dicho. Eso no es óbice para que su actuación se pueda calificar de decepcionante. Perdió casi todos los duelos con Rodrygo desde el principio y su falta de contundencia en el primer y el tercer gol resultaron determinantes para que el equipo encajara la goleada. Para colmo, alejado de la banda no pudo explotar sus virtudes como la verticalidad y el buen pie para los centros y el disparo exterior. Su relevo por Eric Garcia en el minuto 66 lo resume todo.
La medular fue un azucarillo. Cuesta situar a Frank en esta lista porque su primer tiempo fue más que digno y cuando Xavi ha recurrido a él en esta fase de la temporada, con partidos clave y muchas lesiones, ha respondido como un pretoriano. Su despliegue físico y su capacidad de ir de un área a otra son un servicio impagable para la causa. Pero su error en la jugada del inocente penalti sobre Vinicius resulta imperdonable pues abortó cualquier posibilidad de que el equipo se volviera a meter en la eliminatoria.
Otro de los señalados fue Sergi Roberto. Su falta de contundencia en el segundo gol del Real Madrid resultó incluso sorprendente, aunque en la línea de su actuación a lo largo del encuentro. Su inteligencia táctica y su pulcritud en el juego de posesión no fueron suficientes para compensar esta falta de contundencia en otras muchas acciones del partido, y en el segundo tiempo tampoco tuvo el dinamismo de otras ocasiones.
Busquets, tras un primer tiempo correcto, en el que marcó cómo y dónde se debía jugar, el doble mazazo del 0-1 (45’+1′)y el 0-2 (50′) dejó tumbado al equipo. De nada sirvió el tiempo de descanso. El equipo regresó al césped en ‘modo off’ y el capitán azulgrana no pudo evitar que el motor gripara. El Real Madrid empezó a hacer lo que mejor sabe, correr de una portería a otra y hacer largo el campo. Sergio, sin balón y sin oxígeno, no pudo recuperar el mando de la situación. Un náufrago en el hundimiento del segundo tiempo.
Sin brillo en ataque. El mejor del Barça fue Alejandro Balde, tanto en ataque como en defensa, además de Ronald Araujo por el lateral contrario. Lewandowski estuvo desaparecido durante casi todo el partido, si bien es cierto que pudo adelantar al Barça con un disparo muy peligroso justo antes de que el Barça recibiese el primer gol del encuentro.
Raphinha, por su parte, fue de más a menos y estuvo errático en el segundo tiempo, hasta el punto de acabar siendo sustituido. Ni Ansu Fati ni Ferran Torres, que entraron en la segunda mitad para buscar la remontada, estuvieron lo suficientemente finos para marcar las diferencias sobre el terreno de juego.
El equipo no compitió, no dio la talla y tiró una eliminatoria que tenía muy de cara. El Barça volvió a sufrir una dura derrota, como sucedió hace unos meses frente a Bayern Múnich en Champions League. O como ocurrió hace un año en el Camp Nou frente al Eintracht de Frankfurt. Una situación que sorprende, dada la buena dinámica de los últimos meses.
Fotos: SPORT y Fichajes.net
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