Juan Carlos Mantilla
La situación en Emelec es alarmante. No solo atraviesa una crisis institucional que ha debilitado su estructura dirigencial, sino que su rendimiento en el campo ha encendido todas las alarmas entre los hinchas. Con dos derrotas consecutivas en las primeras fechas de la LigaPro 2025, el equipo ocupa el último lugar en la tabla con 0 puntos y una diferencia de gol de -6, lo que lo coloca, desde ya, en una lucha por la permanencia.
Un arranque de pesadilla
El debut en el torneo ecuatoriano fue un auténtico golpe para los ‘eléctricos’. En el estadio George Capwell, Universidad Católica no tuvo piedad y goleó 0-4 a Emelec, marcando un hecho sin precedentes en la historia del club: nunca antes había recibido cuatro goles en casa en un partido de LigaPro. La segunda fecha tampoco trajo alivio, pues el equipo dirigido por Jorge Célico cayó 2-0 en su visita a Delfín en Manta, ampliando su racha negativa a 10 partidos sin conocer la victoria, sumando los ocho últimos encuentros de la temporada 2024 y los dos primeros de este año. Este registro es el peor en la historia del club.
El pésimo rendimiento deportivo no es casualidad, sino el reflejo de una crisis que comenzó en 2023, cuando José Pileggi asumió la presidencia del club. Desde entonces, Emelec no solo ha sido incapaz de clasificarse a torneos internacionales, sino que en 2024 terminó en el último puesto de la segunda etapa. De no haber sido por los buenos resultados obteinidos en la primera etapa del 2024, el equipo podría haber descendido el año pasado.
Problemas en todos los frentes
Más allá de lo deportivo, los problemas institucionales y financieros han acentuado la crisis en Emelec. Las deudas con exjugadores han provocado prohibiciones de FIFA para contratar nuevos refuerzos, por lo que, incluso si se cancelan las obligaciones pendientes, el club solo podrá fichar en la ventana de transferencias de mitad de año. Además, el embargo de casi USD 10 millones impuesto por el Banco del Pacífico, con el anuncio del remate de bienes del estadio Capwell, pone en riesgo el patrimonio de la institución.
A esto se suman las complicaciones en la plantilla. Célico aún no puede contar con el arquero Pedro Ortiz, operado el año pasado, ni con el defensor Luis Fernando León y el delantero Facundo Castelli, quienes siguen en proceso de recuperación. Para empeorar el panorama, Jostin Mina, quien asumió la titularidad en el arco, también se lesionó, dejando al equipo con serias dificultades en una de las posiciones más sensibles.
Elecciones marcadas por la polémica
En medio de este caótico escenario, el 27 de febrero se celebrarán elecciones anticipadas para elegir un nuevo directorio en Emelec. Sin embargo, el proceso no está exento de controversia. El Tribunal Electoral rechazó el reglamento propuesto por la actual directiva, calificándolo de «tramposo y espurio». Entre las irregularidades detectadas, se encuentra una discrepancia en el número de votantes y la reducción del mandato del nuevo presidente hasta noviembre de 2026, lo que contraviene los estatutos del club y la Ley del Deporte.
A pesar de esto, el proceso electoral sigue en pie sin la aplicación de dicho reglamento. La lista encabezada por José Auad, ha interpuesto una acción de protección para permitir que todos los socios puedan votar, pero hasta la fecha, no se ha emitido una resolución al respecto.
Por otro lado, Jorge Guzmán, el otro candidato a la presidencia, ha solicitado formalmente resguardo policial y militar para garantizar la seguridad de los socios en el día de las elecciones. «Ante la posibilidad de desmanes o actos de terrorismo, es fundamental garantizar un proceso transparente y seguro», expresó Guzmán en sus redes sociales.
¿Y si gana el voto nulo?
Otro factor que podría cambiar el rumbo de estas elecciones es el voto nulo, que ha ido cobrando fuerza entre los socios que no se sienten representados por ninguna de las candidaturas. De acuerdo con el reglamento electoral del Club Sport Emelec, si el voto nulo supera a los votos válidos, el proceso se anularía y se tendría que convocar a nuevas elecciones en un plazo mínimo de 60 días. Esto prolongaría aún más la crisis institucional, dejando a la actual directiva en funciones hasta que se reorganice el proceso.
Un futuro incierto
Con el equipo en el último puesto de la LigaPro 2025 y sumido en una crisis económica y dirigencial, el futuro de Emelec es incierto. La afición, que alguna vez celebró títulos, hoy solo espera que el equipo pueda salir del fondo de la tabla y evitar una catástrofe mayor: el descenso.
La gran incógnita es si la nueva dirigencia podrá encontrar soluciones inmediatas o si el club seguirá en caída libre, con el riesgo de perder su lugar en la élite del fútbol ecuatoriano. Lo que está claro es que el tiempo se agota y las decisiones que se tomen en las próximas semanas definirán el destino del ‘Bombillo’.
