Fiesta cargada de emoción para despedir el Camp Nou y a Jordi Alba y Sergio Busquets, grandes protagonistas en su último partido en el coliseo barcelonista ante el Mallorca (2-0)
El FC Barcelona regaló este domingo una plácida despedida a Busquets, Jordi Alba y al propio Camp Nou con una aplastante victoria sobre el RCD Mallorca (3-0). Dos goles de Ansu Fati en los primeros veinte minutos, y otro de Gavi en el 70, cerraron un partido que dejó sin opciones a un Mallorca sin nada en juego de cara a la última jornada de LaLiga.
El combinado culé arrancó el duelo con un impulso extra, no querían dejar con mal sabor de boca a la afición en el último partido de la competición doméstica en casa, en una oportunidad de oro para volver a celebrar el título tras dos derrotas ante Real Sociedad y Valladolid. Y así quedó demostrado, con el primer gol de Ansu Fati fabricado por Lewandowski y Gavi en el minuto uno.
Tras un par de cabalgadas de un Dembélé con ganas, llegaba una acción inexplicable. En un partido con poquísima tensión, Amat perdía la cabeza con una entrada peligrosísima a Balde a la altura de la tibia. Se lo tenían que llevar al barcelonés a cuestas y Figueroa Vázquez, tras revisar en el VAR, mandaba a la caseta al atacante mallorquinista. Minuto 13.
A partir de ahí, duelo controladísimo, el cuadro de Aguirre encerrado atrás y en el 24’, el 2-0. De nuevo Lewy con un toque delicioso de primeras tras pase vertical (filtrando es de los mejores del mundo) de Frenkie servía para un Ansu que definía perfecto. Si acaba siendo el último choque del atacante formado en La Masia, seguro que no lo olvidará. Hasta el descanso, poco más destacable.
La segunda parte casi comienza como la primera. Antes de cumplirse el primer minuto el larguero evitó el tercero tras un cabezazo de Koundé. Iba a ser muy larga la segunda parte para los de Aguirre. Poco después Valjent salvó sobra la línea de gol un remate de Dembélé. Lewandowski también rozó el gol con un cabezazo que se fue fuera por poco y después con un lanzamiento de falta que acabó en la cruceta. El 3-0 era cuestión de tiempo y llegó en el 70 con un fuerte lanzamiento de Gavi desde dentro del área tras un pase de Dembélé.
Los últimos 10 minutos sirvieron para que tanto Jordi Alba -primero- como Busquets -cinco minutos después- recibieran la última ovación de la grada del Camp Nou cuando fueron sustituidos con lágrimas en sus ojos aplaudisos por los casi 89.000 espectadores y todos los componentes de los dos equipos. Muchos recuerdos, muchos partidos y un palmarés impresionante. El Barça les va a echar mucho de menos. Y de poner la guinda al temporadón de Ter Stegen. Iguala el récord histórico de porterías a cero.
Fotos: FC Barcelona y SPORT
Twitter: @alexgomezse