Boca tuvo uno de sus mejores partidos, pero no le alcanzó para pasar a la final, donde ya esperaba Vélez Sarsfield. El xeneize tuvo un primer tiempo para aplaudir, con «Equi» Fernández siendo amo y señor del mediocampo, Luis Advíncula fue una topadora por la banda derecha, Miguel Merentiel una bestia en el área rival y Sergio «chiquito» Romero que en la única que tuvo, apareció y salvó el arco azul y oro. Fueron la columna vertebral del equipo, con buenas apariciones de Lautaro Blanco y Kevin Zenón en ataque, como en defensa lo hizo Marcos Rojo.
La única mancha de los primeros 45 minutos fue la tarjeta amarilla que recibió Cristian Lema por ir a protestar de un área al otra, totalmente innecesaria, mucho más si vemos la forma en la que juega y la posición que ocupa. Un central de sus características, que va al choque y le gusta el cuerpo a cuerpo, con amarilla es un problema…
Además, se podría agregar otra mancha por la falta de eficacia, hubo chances de gol, una de Merentiel y otra de Medina, que no pudieron agrandar la diferencia, en gran parte por merito de la defensa rival. También hubo polémicas con dos penales no cobrados para Boca. Una de Enzo Pérez a Cristian Medina, en el borde del área, tal vez la jugada mas polémica del partido y la más clara. Y otra del arquero Mansilla a Merentiel.
En el segundo tiempo, Boca comenzó cediendo la pelota, hasta que volvió a surgir la figura Ezequiel Fernández, imposible de pasar y con la pelota pegada a sus pies, partidazo del chico surgido en Boca Predio. Estudiantes no generaba peligro, salvo algún centro a su 9 de área. El peligro llegó en un combo, penal, amarilla, expulsión a Lema y gol del pincha. El peligro de tener un central con amarilla…
Desde ese momento fue todo cuesta arriba, los buenos circuitos que se vieron en más de una hora de partido, se cortaron. Estudiantes presionó hasta el final, pero no logró convertir el segundo gol.
Todo se definió desde el punto penal. Allí, en los papeles, el fuerte era Boca por lo que dice la historia y la pasada Copa CONMEBOL Libertadores. Además, Sergio Romero demostró ser un arquero difícil de enfrentar en esta situación. Por el otro lado, no había referencias de Mansilla y finalmente fue el héroe de la noche, tapando dos penales, uno a Edinson Cavani y otro a Nicolás Figal. Romero le atajó el penal a Edwuin Cetré. Estudiantes ganó 3-1 desde los doce pasos.
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