El Barcelona remonta el tanto inicial del Madrid, autogol de Araujo, y deja LaLiga casi sentenciada con los goles de Sergi Roberto y Kessie, en el descuento. El conjunto azulgrana pudo haber sentenciado antes, pero chocó en un gran Courtois
La Liga ha quedado prácticamente decidida y lo ha hecho por apenas unos milímetros, los que dictaminó el VAR que estaba adelantado Marco Asensio al marcar el gol que hubiera puesto el 1-2 y que finalmente fue anulado. Poco después, llegó el tanto de Kessié que le dio el triunfo al Barcelona y una ventaja de 12 puntos sobre el Real Madrid que parece casi definitiva.
Tenía que ganar casi obligatoriamente el conjunto madridista, pero ello no afectó a Ancelotti, que apostó por los veteranos Kroos y Modric en el medio con Fede Valverde en la derecha, el sistema que tan buen resultado le dio ante el Liverpool.
También jugó con cuatro en el medio Xavi, con Sergi Roberto como novedad, y el dominio del partido fue azulgrana casi en su totalidad, con llegadas peligrosas. Un chut de Lewandowski se encontró con una buena parada de Courtois, y el belga también se tuvo que emplear a fondo ante un cabezazo de un insistente Raphinha. También probó fortuna Sergi Roberto con un chut que se le fue alto.
A los nueve minutos el Madrid se puso por delante en un lance tan desdichado como el de Militao en la Copa. Vinicius paseó por la línea de fondo, mandó un centro de exterior sin destino claro y Araújo metió su cabeza fatalmente para firmar el autogol. Una extraña versión del duelo más esperado.
El Real Madrid jugaba su última bala en el clásico de mantener opciones de pelear la Liga al Barça y tenía el partido donde quería. Estaba por delante en el marcador y podía ceder el balón al Barça. Los azulgranas lo querían y aceptaron el reto aunque con algunas precipitaciones y mostrando cierta falta de talento en la última zona del campo, la cercana a la portería de Courtois. Balde y Raphinha colgaron demasiados balones sin sentido ni ventaja para los delanteros, pero Christensen pudo rematar dos veces con peligro a la salida de sendos saques de esquina.
Y el premio al dominio del Barça llegó en la última jugada antes del descanso, cuando Sergi Roberto cazó un balón en el interior del área para alojarlo junto al palo de la portería blanca y hacer el empate.
Tras el descanso, el Barcelona no dejó que el Madrid buscase nuevas ventajas. Apretó arriba y un chut de Lewandowski superando el pegajoso marcaje de Rüdiger se perdió por poco. El polaco presionaba y buscaba el gol y probó una tijereta a centro de Sergi Roberto, creciente en el partido, que salió fuera. El Madrid, por su parte, no era capaz de dominar pese a su necesidad.
Otra vez Raphinha, motivado como nadie, apareció para poner a prueba a Courtois, que mandó a córner cuando el Clásico enfilaba el último cuarto de hora. Ancelotti, después de semana de Champions ante el Liverpool, renovó todo su centro del campo en busca de nuevas energías. Un error de Koundé, que hasta ese momento estaba realizando un partidazo, generó una ocasión de Benzema que desbarató Ter Stegen. Y, poco después, uno de los jugadores recién incorporados, Marco Asensio, marcaba pero en fuera de juego. Susto y, tras otro intercambio de golpes, Kessie puso el delirio al rematar tras taconazo de Lewandowski, centro de Ansu y remate del costamarfileño. De la esperanza madridista al éxtasis barcelonista.
Victoria épica azulgrana que les sitúa doce puntos por encima de Madrid y con La Liga prácticamente sentenciada a falta de doce jornadas.
Fotos: Onda Cero y Eurosport
Twitter: @alexgomezse