Dos goles de McTominay tumban a La Roja en el segundo partido de De la Fuente, que no encontró soluciones en Glasgow.
Escocia pelea, lucha cada balón como si fuera el último, es fiel a un estilo con el que fue capaz de borrar la media sonrisa esbozada por el aficionado español tras el 3-0 a Noruega en el debut de Luis de la Fuente. Scott McTominay es capaz de avivar el fuego y el debate en torno a La Roja. Dos goles suyos dieron la victoria a Escocia y, lo que es más preocupante, resucitaron las dudas respecto a un equipo que naufragó en Glasgow.
Lo mejor de que te marquen un gol pronto es que tienes todo el partido para reaccionar. Es un modo de ver la botella medio llena, quizá la imagen que se le vendría a la cabeza a De la Fuente cuando en el minuto 6 del Escocia-España, McTominay batió a Kepa. Fue un traspié, nunca mejor dicho, pues lo que parecía una jugada controlada se accidentó con el resbalón sufrido por Pedro Porro. Robertson recuperó el balón y sirvió hacia atrás para que McTominay marcara con su pierna izquierda. Era su tercer gol en solo dos partidos, una suerte nueva para el centrocampista del United.
De la Fuente debía reaccionar con un equipo completamente distinto al que jugó el primer encuentro de clasificación para la Eurocopa. En total, ocho cambios respecto a La Rosaleda, así que acabamos antes enumerando los tres jugadores que repetían: Kepa, Rodri y Merino.
Joselu ocasión tras ocasión.
Este último encontraba un socio al que conoce de sobra, Oyarzabal, el cuarto capitán de esta selección. El de la Real ocupaba la banda izquierda mientras que Yeremy Pino caía a la derecha, con Ceballos como eje en el ataque de La Roja. Arriba se movía Joselu, a quien su doblete ante Noruega le hizo titular con plenos poderes.
En el minuto 19, Joselu disfrutó de la primera ocasión en la que demostrar su instinto, pero su cabezazo salió demasiado centrado y apenas inquietó a Gunn. En la segunda, apenas tres minutos después, el del Espanyol ajustó algo más el punto de mira y su testarazo dio en el larguero. Joselu era el protagonista de todo lo bueno que hacía La Roja, pero hacía falta que otros jugadores se sumaran a la causa. Primero lo hizo Rodri, lástima que su cabezazo en un córner se fuera por encima de la portería rival. En dos minutos llegaron otros dos zarpazos, un disparo de Porro y otro de Pino. Pedro Porro se sumó a la energía de Joselu pese al abucheo de la grada, que la tomó con él tras un forcejeo en el que Robertson llegó a golpearle con el codo.
Un cambio sin efectividad.
Escocia no daba un balón por perdido, pero España le aceptaba el reto. Era un partido duro, disputado y tenso. La Roja, que a punto estuvo de verse con dos goles en contra, pero Dykes remató alto en un cara a cara con Kepa en el minuto 47. Si algo ha demostrado De la Fuente en dos partidos es que no se duerme con los cambios, dio entrada a Carvajal y Nico Williams por Porro y Oyarzabal al volver del vestuario. Pues el cambio no pudo resultar peor. En el minuto 51, Tierney luchó por un balón, le ganó el duelo a Carvajal, haciendo que el escocés llagara con facilidad a la línea de fondo. Fue entonces cuando de nuevo apareció McTominay para rematar a gol.
El tanto de McTominay disparó los cánticos en la grada. De ahí al final, la falta al larguero de McGinn, la entrada de Aspas y Borja Iglesias o los centros continuos al área no fueron suficientes para un partido que se torció en el minuto 6 y que desde entonces no pudo enderezarse. Nadie dijo que los nuevos proyectos son fáciles. El España-Italia de la Nations League supondrá el próximo examen a la nueva Roja, que se jugará en junio.