El tercer capitán salió, revolucionó el partido y marcó el gol con que derrumbó a un Osasuna con diez (1-0). La afición celebró el tanto como el propio del título tras un partido que mereció decantarse antes
El Barça ya toca con la punta de los dedos la Liga. El Spotify Camp Nou, en realidad, ya la celebró con el delirio que provocó el gol de Jordi Alba a falta de cinco minutos. Un tanto más que merecido con un equipo volcado y asediando a un Osasuna que resistía con diez jugadores (1-0).
Xavi tiró de su mejor once -salvo Dembélé que no salió de inicio por que repitieron los que golearon al Betis- y Jagoba Arrasate alineó un híbrido en su mayoría formado por jugadores menos habituales y del filial pensando más en la final de la Copa del Rey que disputan este sábado y que servirá de colofón a la gran temporada que han hecho los navarros. El título no se le va a escapar, Ter Stegen sumó una nueva puerta a cero (la 25) y se queda a una de la histórica marca de Liga en el Deportivo de la 1993-94, no tiene lesionados y hasta a Xavi se le nota más feliz que en otros momentos de la temporada.
Fue Balde quién generó la primera ocasión clara, a los 24 minutos, con una llegada a la línea de fondo y un toque de Pedri que se fue desviado.
El tinerfeño se descolgaba en ataque y en una de sus rupturas provocó una acción clave. El joven central Herrando lo derribó en zona de tres cuartos cuando era el último hombre y vio al roja directa. Osasuna apenas protestó por una expulsión clara, aunque parecía difícil que Pedri pudiera hacer mucho daño con ese balón.
Raphinha lanzó el libre directo y lo envió rozando el larguero. El brasileño insistía, como siempre, aunque encontrando pocas soluciones. Eso sí, estuvo cerca de forzar la segunda roja para los navarros cuando se avanzó al meta Aitor Fernández fuera del área, pero el colegiado interpretó que era un encontronazo y no pitó ni falta.
El Barça movía el balón de lado a lado, con un De Jong especialmente activo, si bien los agujeros eran mínimos. Ansu Fati entró por un renqueante Gavi para ganar en peligro en los últimos metros ante la acumulación de rivales dentro de su propio terreno.
Un cabezazo de Araujo fue la última ocasión del Barça antes del descanso, mientras que Osasuna se atrevió con una contra que Torró culminó con un tiro ajustado.
Un Barça que no parecía que se estuviese jugando LaLiga regresó al césped igual de espeso tras el descanso. La entrada de Dembélé en lugar de Raphinha, que había sufrido un golpe en un choque con el meta Aitor Fernández, fue el revulsivo que buscó Xavi, con mucho partido por delante y contra diez.
No acertó a marcar Frenkie de Jong, que hizo un gran movimiento para entrar en el área, en un magnífico centro de Pedri. Aitor Fernández hizo un paradón ante el flojo remate de Frenkie, en la frontal de la pequeña. Ansu y Dembélé pudieron marcar, pero Aitor detuvo el chut de Fati y Ousmane remató mal. Osasuna, viendo que el Barcelona no le superaba pese a la superioridad, probó suerte en jugada de los dos jugadores de refresco que salieron al descanso, Iker Muñoz y Barja. Ter Stegen detuvo el chut de Muñoz y, poco después atrapó un cabezazo flojo de Kike García.
Xavi acabó con cuatro arriba dando entrada a Ferran y el primer balón que tocó casi acaba en gol tras un balón que le rebotó tras un despeje de Aitor Fernández. Lewandowski logró marcar a falta de 10 minutos, pero anularon el gol por fuera de juego previo de Ferran Torres. La salida de Jordi Alba por Balde fue decisiva ya que el veterano lateral fue el autor del gol que acerca al Barça al título. El de Hospitalet remató con el exterior un balón que le cedió De Jong y lo clavó ajustado al poste de Aitor. El tanto hacía justicia y acababa con el gran trabajo defensivo de los navarros quienes este sábado tienen la oportunidad de hacer historia en la final copera. Por su parte, victoria azulgrana importantísima para tener el título de Liga a tiro.
Fotos: FC Barcelona
Twitter: @alexgomezse