Los blaugrana ofrecieron un fútbol demasiado previsible ante un rival muy intenso y naufragaron (2-1). La mejor noticia para los de Xavi fue ver cómo Lewandowski volvía a ver puerta
El tremendo margen de error que tiene el Barça parece estar jugando en su contra en los últimos partidos, en los que solo ha logrado cinco puntos de 12. Eso sí, su renta sigue siendo muy amplia (11) y pese a la derrota en Vallecas (2-1), el campeón parece casi decidido. Un tremendo Rayo superó a los azulgranas gracias a su intensidad y también a su buen fútbol que le hacen soñar con los puestos europeos.
Volvió a contar Xavi en su once con Pedri y De Jong, pero no fue el día de ninguno de los dos. Una pérdida del primero casi le cuesta el primer gol al Barça, pero Ter Stegen se hizo grande ante Camello para evitar el gol.
Tenía clara la fórmula el conjunto franjirrojo, con una intensa presión en el medio para salir en rápidas transiciones en cuanto robara el esférico. Y así llegó el gol, esta vez con Gavi desacertado. A Álvaro García le llegó el balón dentro del área, algo esquinado, y su potentísimo zurdazo se coló en la meta azulgrana.
Reaccionó el Barça, que comenzó a encontrar a Lewandowski. En su primer mano a mano, se topó con Dimitrievski. En el segundo, marcó, pero esta vez fue el VAR el que dictaminó que el tanto no era válido por uno de esos fuera de juegos milimétricos que tanto se llevan ahora.
En la segunda parte, los de Xavi repitieron error. No salieron a por el partido y el Rayo amplió su ventaja al poco de la reanudación. Mal pase hacia De Jong que no puede controlar y robo de Fran García que se va directo hacia Ter Stegen y le bate de tiro cruzado. 2-0 con goles de los dos García rayistas y el Barça contra las cuerdas. Pedri no apareció en su vuelta a la titularidad, De Jong no es Busquets y Lewandowski acabó con su sequía pero no es el de antes del Mundial. La victoria ante el Atlético fue un oasis y el Barça de Vallecas recordó al que jugó contra Girona y Getafe: sin ideas.
Xavi fue retirando del campo a todo el centro del campo con el paso de los minutos mandándoles una señal sobre por dónde se empezó a perder el partido. La otra está clara: han marcado sólo dos goles en sus últimos cinco partidos. Lewandowski recortó distancias en el minuto 83 con un gran gol, pero fue un espejismo. El Rayo no sufrió y con olés en la grada se llegó al final del encuentro con la victoria local por 2-1.
Los azulgranas siguen empeñados en no sentenciar La Liga cuanto antes, aunque la parte positiva es que el Real Madrid tampoco anda muy centrado en la competición doméstica, como demuestra su derrota del martes en Montilivi ante el Girona por 4-2.
Fotos: El Nacional.cat y FC Barcelona
Twitter: @alexgomezse