España se venga de Italia con una prestigiosa victoria y jugará la final de la Nations League el próximo domingo. La vigente campeona de Europa claudicó 37 partidos después ante una España que dominó a placer durante 80 minutos
La selección española ejecutó la venganza más dulce, zanjando la racha histórica sin derrota de Italia en su propia casa (1-2), conquistando San Siro para saldar cuentas pendientes de la Eurocopa con un doblete de Ferran Torres y una reivindicación de un estilo futbolístico que se sobrepuso a todos los condicionantes con los que Luis Enrique encaró la final a cuatro de la Liga de Naciones.
La selección española quería desquitarse de la exhibición sin premio en Wembley en las semifinales de la última Eurocopa. Esa tanda de penaltis dejó al grupo de Luis Enrique a puertas de la gloria cuando más lo merecía. Sin futbolistas clave en su esquema, logró lo que parecía un imposible, convertir en terrenal a Italia en su cancha. Nunca lo había logrado en partido oficial, hace 50 años en amistoso.
España saltó al césped de San Siro con Gavi como titular y sin un ‘nueve’ puro. Un tanto inesperado lo primero y no lo segundo en una Roja que en los primeros minutos estuvo a merced de Italia que aprovechó las constantes pérdidas de balón hispanas para acercarse a la meta de Unai Simón. La Roja no se encontraba ante una Italia dominadora. Hasta que entró en escena la pareja Oyarzabal-Marcos Alonso para darle la vuelta a la situación. Por esa banda izquierda, sumado a la movilidad de los tres delanteros, comenzó España a generar peligro y se materializó en el 0-1 de Ferran Torres en el minuto 17 a centro de Oyarzabal.
La Roja mandaba ante una Italia que se acabó reponiendo y volvió a generar peligro aprovechando de nuevo los errores españoles a la hora de sacar el balón. El partido entró en un ida y vuelta, sin dominador claro. Italia buscaba la velocidad y España, el toque para calmar el partido. Ninguno de los dos impuso su estilo en un encuentro en el que Gavi nunca dio la imagen de debutante y menos de tener 17 años. El centrocampista sevillano del FC Barcelona se convertía en el internacional español más joven de la historia superando el récord de Zubieta de 1936.
El partido no tenía tregua y Bonucci se pasó de revoluciones propinando un codazo a Busquets que le valió la segunda amarilla. Italia debía remontar con un jugador menos y con un segundo gol en contra en el descuento. Nuevo centro de Oyarzabal y cabezazo impecable de Ferran Torres para anotar su doblete particular y ampliar la renta antes de marcharse al descanso.
La segunda parte arrancó con el infortunio del cambio obligado de Ferran al no recuperarse de una entrada de Jorginho, si bien Yeremi Pino debutó mostrando descargo y desparpajo. España mantuvo la intensidad y jugando en campo contrario. Italia, con el refuerzo de Chiellini atrás, buscaba no recibir más goles y sorprender en alguna contra. Así fue como Chiesa disparó al palo, aunque la jugada fue anulada por fuera de juego.
La sentencia pudo llegar en una acción eléctrica de Yeremi por la banda, quien regaló un pase a la cabeza de Oyarzabal y el realista erró incomprensiblemente. La Roja no cesaba de buscar el tercero y Donnarumma lo evitó con un paradón a Marcos Alonso tras otra cabalgada de Yeremi.
Precisamente el propio Yeremi Pino no estuvo tan fino dejando un balón corto a Pau Torres, a quien Chiesa se le anticipó para correr todo el campo solo y dejar que Pellegrini anotara a puerta vacía en el minuto 83 de encuentro.
Pese al gol el combinado de Luis Enrique apenas sufrió en los compases finales y estuvo más cerca el tercero que el tanto del empate. ‘Vendetta’ de España ante la vigente campeona de Europa y portazo a las críticas. Domingo la final contra Bélgica o Francia.
Fotos: Selección Española de Fútbol
Twitter: @alexgomezse