El atleta cafetero colombiano nacional tricolor de 37 años de edad Juan Sebastián Cabal Valdés y el deportista cafetero colombiano nacional tricolor de 36 años de edad Robert Charbel Farah Maksoud arrancarón su aventura en Los Juegos Nacionales Del Eje Cafetero 2023, representando al Departamento Del Valle Del Cauca con un escenario que registró el primer lleno en competencias fue gracias a la presencia de Robert Farah y Juan Sebastián Cabal, los mejores doblistas de la historia tenística
La pareja se despide de la actividad en el máximo evento multideportivo y quiere hacerlo con otro título para Valle. Este lunes dieron el primer paso hacia ese sueño dorado, al superar en dos sets a la dupla de Santander, integrada por Daniel Serrato y Tomás Marín (6-2 y 6-1).
Los 19 títulos durante su etapa profesional, en la que llegaron a ser los líderes de la clasificación en la modalidad de dobles en el año 2019, gracias a las consagraciones en los Grand Slam de Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos, fueron demostrados sobre el polvo de ladrillo, a pura experiencia y categoría. “Los Juegos nos ayudan a saldar una deuda con el país, donde salvo en la Copa Davis, no tuvimos mucho la oportunidad de jugar por estar en el circuito internacional, así que estamos muy felices de cerrar nuestra carrera acá, con nuestra gente”, señaló un emocionado Cabal.
Farah también reconoció estar “disfrutando mucho este último baile, compartiendo con los atletas de todo Colombia y esa es una experiencia que nos vamos a llevar para toda la vida”. “De este proceso lleno de alegrías, tristezas, desilusiones y triunfos solo nos queda gratitud, ha sido la mejor etapa de nuestras vidas”, agregó Cabal, quien ya piensa en el partido de semifinal. Farah, menos nostálgico, quiso a su vez compartir un mensaje con tantos niños y jóvenes que vio en la tribuna: “Sueñen en grande, vale la pena soñar, trabajar día a día, pues el trabajo duro tiene buena recompensa”. Ambos están jugando sus últimos partidos con los colores del Valle. En dobles masculino y equipos quieren despedirse como les gusta, como lo hicieron costumbre en la élite del tenis: gritando campeones.