El balón de fútbol es un elemento esencial en este deporte, pero ¿alguna vez te has preguntado cómo se originó?
Aunque no lo creas, en sus inicios, el balón no se fabricaba con cuero, sino con vejigas de animales. ¡Así es, literalmente se jugaba con una vejiga!
Este curioso inicio ocurrió en la antigua Grecia y Roma, donde utilizaban vejigas de cerdos o vacas para jugar un juego similar al fútbol. Con el tiempo, se comenzaron a utilizar cueros más resistentes y se fueron perfeccionando las técnicas de fabricación. Hoy en día, los balones están hechos de materiales sintéticos de alta tecnología, pero es interesante recordar cómo todo comenzó con una simple vejiga inflada.