El gol de Mayoral en el minuto 75 sentenció a un Athletic que nunca supo encontrarse en el partido
El Getafe volvió a demostrar que no necesita dominar para ganar. En un partido intenso y de escasas ocasiones, el conjunto azulón se impuso al Athletic Club por 0-1 gracias a un tanto de Borja Mayoral en el minuto 75, un gol que premió el esfuerzo colectivo de un equipo que supo sufrir y golpear en el momento justo.
Desde el inicio, el equipo de José Bordalás dejó clara su propuesta: líneas juntas, presión medida y contundencia en cada duelo. El Athletic, por su parte, trató de imponer ritmo y juego por las bandas, con Nico Williams como principal agitador. Sin embargo, el conjunto bilbaíno se topó una y otra vez con una defensa visitante impecable.
La primera parte transcurrió con dominio local, pero sin claridad en los metros finales. Getafe apenas pisó el área rival, aunque cada salida rápida parecía esconder peligro. En la segunda mitad, los de Valverde apretaron aún más, pero la muralla azulona resistió. La recompensa llegó a un cuarto de hora del final: un balón suelto en el área fue cazado por Mayoral, que definió con temple ante Unai Simón y silenció San Mamés.
El tramo final fue un ejercicio de supervivencia para el Getafe, que se encerró con orden y oficio. Bordalás dirigió el asedio final desde la banda con su habitual intensidad, mientras los suyos despejaban cada balón como si fuera el último. El pitido final fue un grito de alivio y orgullo para un equipo que llevaba cinco jornadas sin ganar.
Con esta victoria, el Getafe suma tres puntos vitales que le permiten mirar la clasificación con otro ánimo y reforzar su identidad: un bloque sólido, incómodo y tremendamente eficaz. En cambio, el Athletic se queda con la sensación de haber perdido una oportunidad en casa, víctima de su falta de acierto y del orden férreo de un rival que volvió a ser fiel a sí mismo.
