Álvaro Pallarés Crespo
El Valencia pierde ante el Celta (1-3) en los octavos de final de la Copa del Rey, el equipo de Rubén Baraja dice adiós al torneo del K.O. y mira de reojo al Athletic, su próximo rival en LaLiga
Mestalla se vistió como en las grandes ocasiones para dar la bienvenida a los octavos de final de la Copa del Rey. Valencia y Celta se veían las caras por una plaza en los cuartos del torneo del K.O. Ambos equipos llegaban en dinámicas muy distintas en liga, pero con la misma ilusión de pasar de ronda.
El aura del ‘Pipo’, el buen estado de forma del equipo, y el fortín de Mestalla, había despertado cierta ilusión en la afición valencianista de cara a este partido. Sin embargo el Celta tan sólo tardó 13 minutos en adelantarse en el marcador. Tras un grave error de Jaume Domènech a la salida de un córner, Luca de La Torre puso el 0-1 en el marcador gracias a un relato con la espuela.
https://twitter.com/i/status/1747706284600614927
Pero esto no iba a quedarse ahí, y es que 5 minutos más tarde, De Burgos Bengoetxea indicaba un más que dudoso penalti que transformó Douvikas. Así, el Valencia se veía con 0-2 adverso en apenas 18 minutos, quedando así toda una proeza por delante para poder pasar de ronda.
El conjunto ché consiguió recortar distancias gracias a un penalti revisado por el VAR que Pepelu transformó engañando a Iván Villar. A partir de ahí el Valencia terminó mejor la primera parte, pero no consiguió el gol del empate antes del descanso.
https://twitter.com/i/status/1747703814084329478
La segunda mitad ha sido un continuo dominio del Valencia, pero sin apenas crear peligro. Pases, pases y más pases, ante un Celta que estaba muy cómodo defendiendo, y que de vez en cuando daba algún susto al contraataque. Finalmente un cabezazo de Douvikas, en el que Jaume pudo hacer bastante más, puso el definitivo 1-3 en el marcador.
Así, el Celta clasifica a los cuartos de final tras asaltar Mestalla en un ejercicio de oficio del club vigués. Por su parte, el conjunto dirigido por Rubén Baraja se despide del torneo del K.O. de una forma muy poco agradable. Se diluyen así las esperanzas de la afición ché en este torneo, y pone todo el foco en LaLiga, donde todavía queda mucho por decidirse.
