El central de Camas anotó en propia meta el tanto de la victoria del Barcelona tras un remate de Lamine Yamal. El cuadro de Xavi tuvo buenas rachas de juego y generó peligro, pero faltó materializar; Raphinha cayó lesionado y Fermín estuvo espléndido
El Barça se reencontró con la victoria en casa (1-0) ante un Sevilla que venía lanzado, aguantó el tipo y fue mejor por momentos en Montjuïc, donde sus dirigentes no acompañaron a Joan Laporta por cuestiones relacionadas con el caso Negreira. Los azulgrana, aunque dominaron la posesión como acostumbran, volvieron a sufrir para generar ocasiones claras, y de hecho se llevaron el triunfo gracias, quién lo diría, a Sergio Ramos.
El buen posicionamiento de los sevillistas logró que no hubiera llegadas con peligro en los primeros minutos. Tan sólo un intercambio de disparos lejanos de Joao Félix y Rakitic que despejaron Nyland y Ter Stegen sin grandes apuros. La mejor noticia del Barcelona en estos primeros partidos es el buen rendimiento que están dando los dos Joao. Y gracias a una jugada entre ambos estuvo a punto de llegar el 1-0. Cancelo se va de varios defensas entrando por banda y mete un balón preciso a Félix que el ex del Atlético envió al larguero de fuerte derechazo.
La ocasión del portugués propició unos buenos minutos de los locales que en un par de contras pusieron en serios apuros a la adelantada defensa sevillista. El partido se hizo de ida y vuelta por momentos y los hispalenses reaccionaron bien con buenas ocasiones de Ocampos y Lukebakio que salvaron Gavi y Ter Stegen. Pasada la media hora el Barça recibió un mala noticia el forma de lesión. Raphina sufrió un pinchazo que le obligó a retirarse del campo. La del brasileño se una a otras importantes lesiones que tienen los de Xavi como Pedri y De Jong. Salió por él Fermín, el salvador de Palma, y en el primer balón que tocó tuvo el 1-0 pero le salió un remate flojo tras recibir un buen pase dentro del área. Sin goles se llegó al descanso en un buen primer tiempo de ambos equipos.
Más agresivo el Sevilla al inicio del segundo tiempo, Juanlu rompió la banda de Joao Félix y Balde, aunque su internada fue cortada por un Koundé muy firme. Pero también el Barcelona estaba dispuesto a acelerar, con un Fermín inspirado entre líneas y un público entregado. Una internada de Cancelo acabó en pase a Fermín, que filtró un gran pase a Lewandowski, cuya vaselina salió alta por muy poco. Y Gavi remataba alto a la salida de un córner por muy poco.
Atacaba cada vez con más fe y peligro el Barcelona y aparecieron las filigranas de Lamine por la derecha ante un Sevilla que buscaba refugio cerca de su portero, Nyland, pero que de vez en cuando se daba un respiro, como en un cabezazo de Sow tras un saque de banda directo al área.
Xavi movió el banquillo y metió a Ferrán Torres arriba para descolocar a la ordenada zaga sevillista, y lo logró casi a la primera. Un centro suyo desde el pico del área, buscando a Lamine Yamal, intentó anticiparlo Ramos con la mala fortuna de golpear hacia su arco la bola en lugar de despejar. Una forma poco ortodoxa y bastante irónica de ponerse por delante y ganar, pero igual de válida para un Barça necesitado (1-0).
Con el alivio del gol, el Barça se soltó y ya no sufrió más salvo en arrebatos ofensivos aislados de los sevillistas, impulsados por Mariano en punta. Y así se quedaron los tres puntos en la ciudad condal, que era lo verdaderamente importante, aunque aquí no acabarán los quebraderos de cabeza para el club, para el técnico y para su afición. Han vuelto a ganar, eso es lo más importante, pero las dudas apenas se han disipado, y sus puntos débiles siguen ahí.
Fotos: FC Barcelona y Estadio Deportivo
Twitter: @alexgomezse