Año tras año, el nivel de exigencia al que está sometido el Atlético de Madrid aumenta progresivamente. En la 23/24, los de Simeone no lograron realizar una buena campaña, sin ir más lejos, no lograron ingresar en el TOP 3 liguero, quedando por detrás de un Girona que realizó una temporada antológica.
En Champions, las dudas y las desilusiones volvieron a estar presentes. La fortuna con el sorteo, a priori, cayó del lado de los rojiblancos, donde se enfrentaban ante un rival asequible como en aquel entonces era el Borussia Dortmund de Edin Terzić (5º en Bundesliga), pero los de Simeone volvieron a caer, esta vez en 1/4 de final, desaprovechando lo que podía ser una de las mejores oportunidades de los rojiblancos para levantar «La Orejona» en los últimos años.
En Copa del Rey, la historia se repetía. Los rojiblancos, pese a lograr desplegar un buen juego, realizar buenas eliminatorias, y dejar en el camino a equipos como su máximo rival (Real Madrid), o Sevilla, volvieron a caer eliminados en semifinales a tan solo un paso de tocar metal. En está ocasión ante el Athletic. B.
Gratas soluciones
Tras finalizar la temporada, la entidad rojiblanca buscó soluciones con la idea de aumentar el techo competitivo del club, competir de tú a tú con Real Madrid y FC Barcelona, o alzar algún título a nivel europeo.

La realidad es que el trabajo de la directiva reforzó línea por línea, aumentó las prestaciones del Atlético, y la mejora se vio reflejada en el juego. Además, los de Simeone mostraron una cara totalmente opuesta a la que habían entregado la campaña anterior.
A medida que fueron sucediendo las jornadas, el juego de los rojiblancos reflejaba una idea más clara y sólida, dominando muchas facetas del juego, siendo efectivos de 3/4 de campo para delante y logrando ser compactos, sin cometer fisuras en facetas defensivas.
Debido a ello, fueron capaces de entrar en el TOP 8 de la UEFA Champions League, avanzaron hasta semifinales de Copa del Rey y lograron obtener una racha de 15 jornadas consecutivas sin conocer la derrota. También, otra de las hazañas que hasta el momento estaba consiguiendo el club madrileño fue conseguir 9 victorias ininterrumpidas, un récord desconocido para el club rojiblanco desde hacía 477 partidos.
Todo parecía indicar que la visión de la directiva, el trabajo del Cholo desde los banquillos, y por supuesto, la buena adaptación y los rápidos resultados, de los fichajes veraniegos, estaban haciendo mella, consiguiendo así que el objetivo de pelear y ser candidatos por todos los títulos se estuviera logrando.
Cambio de rumbos
Llegados al mes de marzo, el Atlético se enfrentó ante un mes de calendario endiablado. En tan solo 30 días, los de Simeone debían enfrentarse hasta en 3 ocasiones al FC Barcelona (2 partidos coperos y uno de liga) y 2 frente al Real Madrid (1/8 de Champions).
La presión y el apretado calendario les paso factura. El ritmo de juego cambió, los errores poco comunes y que hasta el momento no habían aparecido, empezaban a ser rutinarios en la capital de España. Nos han demostrado que son capaces de lo mejor y lo peor. Consiguieron 15 encuentros consecutivos sin conocer la derrota, pero también se han descolgado de las 3 competiciones por las que estaba compitiendo y aspirando a levantar, en tan solo 2 semanas.
En los últimos 21 días (6 partidos), tan solo ha sido capaz de ganar un encuentro, precisamente el que inicio la debacle. Una victoria por la mínima ante el Real Madrid en UCL que forzó la tanda de penaltis, y que no sirvió para pasar de ronda tras una polémica acción en el penalti de Julián Álvarez. Polémica que todavía escociendo en la entidad rojiblanca tal y como ha demostrado Diego Pablo Simeone en rueda de prensa en innumerables ocasiones.
La Champions League es y seguirá siendo la mayor ilusión por temporada para la afición colchonera, pero el duro golpe europeo que sufrieron frente a su máximo rival, y la cantidad de puntos perdidos en liga, en escenarios donde no debería haber ocurrido, provocaron que los de Simeone tuvieron que aferrarse al título copero como última opción para salvar la temporada.
Finalmente, el pasado miércoles cayeron eliminados de la Copa. Recibían al FC Barcelona en el Riyadh Air Metropolitano tras un apasionante 4-4 en la ida, pero los rojiblancos continuaron con la tónica del último mes. Realizaron un partido muy flojo en líneas generales, sin amenazas ofensivas, llegando a realizar 0 tiros a puerta en un encuentro que estaba igualado, con el factor campo a favor y con el aliciente de conseguir el pase a un final de Copa del Rey, título que no levantan desde la 12/13.
Si analizamos al detalle las eliminaciones del equipo, el Atlético de Madrid ha caído en la lotería de los penaltis contra el Real Madrid, ha sido eliminado por la mínima ante el FC Barcelona y sí es quizás en LaLiga donde se ha visto con mayor claridad la bajada de nivel que ha sufrido el Atlético de Madrid. La realidad es que en el transcurso de la temporada, los de Simeone han competido a un gran nivel, pero en apenas dos semanas han pasado de competir por 3 títulos a no competir por ninguno, y eso hace mucho pero que mucho daño.