La visita de Cristiano Ronaldo a Irán para un partido de la Liga de Campeones asiática resultó en una condena inusual.
El astro del fútbol saludó con un abrazo y un beso a una artista con parálisis. Gesto que, según la ley iraní, se considera adulterio.
Esta acción, que en otras partes del mundo se vería como un acto de amabilidad, condenó a Ronaldo a una posible pena de 99 latigazos si pisa nuevamente suelo iraní. El club Al Nassr, donde juega Ronaldo, publicó el encuentro en redes sociales, celebrando la visita de la pintora iraní Fátima y su encuentro con el capitán.
La pena podría ser perdonada por un juez si se demuestra que los hechos no son punibles o si ambos protagonistas muestran arrepentimiento. Este caso resalta la importancia de respetar las leyes y las costumbres locales al viajar a diferentes países, incluso para figuras de renombre como Ronaldo.