El club más popular del Ecuador enfrenta un presente oscuro: sin victorias, sin respuestas deportivas y ahora dudas de un posible mercado de fichajes bloqueado
La realidad del Ídolo del Astillero es otra. Hoy, Barcelona SC atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia reciente, y no solo por su irregular rendimiento deportivo, sino también por las sanciones impuestas por la FIFA, debido a múltiples deudas con exjugadores. Estas medidas han llevado al club a una situación delicada, enfrentando posibles restricciones en el mercado de fichajes, justo cuando más necesita reforzar su plantilla.
Una de las sanciones más destacadas proviene del caso del delantero Jonatan Bauman, quien formó parte del club en la temporada 2023. El atacante argentino presentó una demanda por incumplimiento de contrato, y la FIFA falló a su favor. Barcelona SC deberá pagarle USD 188,666.67, más un interés anual del 5% desde el 8 de junio de 2024. El plazo para cumplir con este pago es de 45 días desde la notificación, es decir, hasta mediados de julio de 2025.
Otro caso relevante es el del defensor uruguayo Carlos Rodríguez, quien militó en el club entre 2022 y 2024. También demandó a la institución por el incumplimiento en el acuerdo de rescisión de su contrato. La FIFA resolvió que el club debe abonarle USD 199,437, más un interés del 5% anual desde la fecha estipulada.
El mercado de fichajes en Ecuador se abrió oficialmente el 3 de junio, pero las sanciones ponen en duda la posibilidad de que Barcelona SC inscriba nuevos jugadores hasta que regularice sus obligaciones pendientes. Esta limitación compromete seriamente la capacidad del equipo para competir de manera sólida en la LigaPro.
Hasta el momento, la directiva liderada por Antonio Álvarez no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre estas sanciones. Sin embargo, la presión aumenta tanto desde lo deportivo como desde lo institucional. Las decisiones que se tomen en los próximos días serán determinantes para el futuro inmediato del club.
El cuadro torero, se encuentra en una encrucijada. Las malas decisiones administrativas del pasado comienzan a pasar factura en el presente. Las sanciones de la FIFA no solo obstaculizan la planificación deportiva, sino que también ponen en entredicho la gestión institucional del equipo más popular del país. La hinchada, siempre fiel, merece explicaciones, soluciones y sobre todo, respeto.