Primeramente, dio inicio a su carrera como protagonista de este deporte, pero más tarde decidió formar su propia escuela dedicada al ámbito de las artes marciales: el “Chechu Team”
Chechu ha estado ligado al mundo del deporte desde que era muy pequeño, pero no siempre se ha dedicado a entrenar para competir profesionalmente en las artes marciales. Con cinco años, el ahora luchador y profesor, comenzó jugando al fútbol, un deporte que aunque ahora no lo practique, le sigue apasionando.
Fue a los 16 años cuando comenzó a entrenar en el ámbito de las artes marciales. Hasta la llegada del COVID, Chechu compaginaba el fútbol con el kickboxing, más concretamente, con el K1, pero tras la llegada de la pandemia, decidió dejar el fútbol a un lado y centrarse por completo a los entrenamientos y a los combates y las competiciones.
Tras tomar esa complicada decisión, empezó a entrenar ya con vistas a competir profesionalmente. Desde entonces, Chechu ha logrado ganar dos campeonatos de España en los deportes de contacto en modalidad de K1.
Las malas noticias llegaron cuando, hace tres años, tuvo una grave lesión producida a causa de un combate, y eso le ha tenido apartado de los campeonatos y competiciones hasta el día de hoy. Debido a esa lesión, Chechu comenzó a dar clases grupales y personales de Muay Thai y K1. Ahí fue donde nació su proyecto personal: “Chechu Team”.
Ya que profesionalmente no podía ejercer su profesión, decidió poner en marcha sus conocimientos y ayudar a otras personas a aprender el arte de las artes marciales, y poder ayudarles a coger esa confianza de competir y tener la posibilidad de ganar campeonatos.
Pero eso no es todo, aún tiene otro proyecto más en mente. Su objetivo no es solo tener una escuela para enseñar a otras personas artes marciales; su gran objetivo es tener un lugar donde poder hacerlo: “Me gustaría obviamente que creciera más mi escuela, con clientes nuevos y poder el día de mañana montarla por mi cuenta en un local, ya que hoy por hoy trabajo para un gimnasio”.
Chechu es trabajo, compromiso, esfuerzo, pero también exigencia y competitividad. Su propósito es dar lo mejor de él en cada momento, no importa si es en el ámbito de la competición o en el de la enseñanza. Siempre va a estar dispuesto a mejorar y a buscar los mejores resultados posibles.