La verdad que el partido final del Challenger estuvo a la altura de su organización, de diez. El sembrado 1 ante el 2, que mejor que eso para el torneo, y encima jugadores locales.
Por un lado, (1) Fede Coria, que estaba con la ilusión de ganar en casa por primera vez, del otro lado, un (2) Francisco Comesaña con mucha hambre de gloria, que fue de lo mejorcito respecto a resultados en el tenis argentino en lo que va del año.
El duelo acuático arrancó muy bien para Coria. El hermano del «mago» entró a la cancha con la intención de que se juegue a lo que él quería. «Yo no te voy a ganar el punto, trata de ganarlo vos, o en todo caso, falla el tiro», era la idea de Coria.
Durante todo el primer set funcionó a la perfección. Se lo llevó por 6-1 dejando muy buenas sensaciones y con pinta de paliza, pero como se sabe, a Coria parece que le gusta estar mucho tiempo en cancha.
Se notaba a un Comesaña perdido, incómodo, sin poder salir de la trampa de «Fefo» , fallando muchos tiros. Sabía que tenía que cambiar el chip o se la final se le iba a escapar muy rápido.
La segunda manga fue de locos. Los primeros games fueron parejos, sin inconvenientes para ambos jugadores al turno de saque. Al «tiburón» Comesaña se lo notaba mejor, y no solo eso, sino que en cuanto vio un bache en Coria aprovechó y le quebró el saque en el séptimo juego. Ese quiebre sería vital para el resto del set. Se puso 4 a.2, conservó la ventaja, y cuando llegó el turno de saque para igualar en sets, aparecieron los nervios.
Tuvo un noveno game para el olvido y la ilusión de estirar el partido empezaba a diluirse. Coria igualó el partido e inclusive quebró el servicio de Come 2 juegos después.
De tener que pensar en un tercer set a sacar para campeonato 6-1 6-5.
Y nuevamente, aparecieron los nervios, esta vez para el lado de la mojarra.
Todo se definió en un tiebreak de locos. Coria tuvo 2 match points, y en el segundo MP falló una derecha que hasta hoy no se la debe perdonar. Eso lo dejó con vida a Comesaña que olió sangre, apretó las clavijas, y se terminó quedando con el segundo set por 7-6 (9-7).
El haber desaprovechado varias chances por parte de Coria hizo que pagara el precio en el set final en lo físico y mental.
Fran le quebró de entrada y desde allí no pudo recuperarse. Se mantuvo quiebre abajo a lo largo del set, y encima a los pocos games se acalambró la pierna derecha. Por suerte para él los calambres se fueron rápido y se pudo mantener en partido.
Tuvo 2 break points para igualar el score que fueron bien levantados por Come.
A diferencia del set anterior, esta vez el marplatense sacó para partido, lo cerró con una derecha ganadora y se quedó por 1-6 7-6 6-4, en el día de su cumpleaños, con un nuevo título challenger, el primero en casa.
Fue una semana perfecta para Comesaña, que viene teniendo buenos resultados y fue de los mejorcito en los Grand Slams para el tenis argentino. Llegó a tercera ronda tanto en Wimbledon y US Open, dando señales de su potencial y de su juego en otras superficies que no sea clay.
Por el lado de Coria, fue una muy buena semana igualmente. Revalidó la final y estuvo muy cerca de triunfar en casa, pero se le escapó.
Además debo destacar la labor de Sebastián Gutiérrez, el coach de Comesaña. También entrena a Bautista Torres (llegó a semifinales), a Sebastián Báez y a Solana Sierra. A todos ellos los potenció como jugadores. Sierra se metió top 100, Bautista Torres top 200 y a Comesaña lo hizo evolucionar mucho y meterlo top 100. Realmente es un gran entrenador y formador de jugadores en un contexto económico cada vez más complicado como es el de Argentina.
Tuvimos una gran final y esperamos que el próximo año sea del mismo nivel.
FOTOS: PRENSA CHALLENGER BS AS
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