El fútbol ecuatoriano encuentra en Bélgica un nuevo hogar para crecer, brillar y conquistar Europa con alma tricolor
En el corazón de Europa, donde el fútbol se entrelaza con historia, pasión y el aroma de la cerveza y el chocolate, Bélgica se ha convertido en el escenario ideal para que los futbolistas ecuatorianos brillen y den el salto soñado en el Viejo Continente. En este 2025, la bandera tricolor ondeó con fuerza gracias a dos nombres que ya son de selección: Kevin Rodríguez y Joel Ordóñez. Ambos alcanzaron la gloria en la Jupiler Pro League, consolidando a Bélgica como una verdadera catapulta para el talento ecuatoriano.
Un hecho histórico ocurrió este fin de semana: el oriundo de Ibarra, Kevin «La Rola» Rodríguez, fue protagonista en la conquista de liga del Union Saint-Gilloise en la última fecha del campeonato 2024-2025. Su equipo venció 3-1 al Gent, resultado que los dejó en lo más alto de la tabla, tres puntos por encima del Club Brujas. Con este título, «Los Apaches» rompieron una sequía de 90 años sin ganar la liga, alcanzando así su duodécimo campeonato nacional.
Por su parte, Joel Ordóñez, pilar de la zaga del Club Brujas, ya sabe lo que es tocar la gloria en Bélgica: campeón de liga en 2024 y de la Copa de Bélgica en 2025. Su solidez defensiva y liderazgo lo han consolidado como uno de los futbolistas más valiosos de la Jupiler Pro League. Hoy, su nombre resuena con fuerza en la agenda de varios gigantes del viejo continente.
No podemos pasar por alto la huella de Moisés Caicedo, quien tuvo un paso breve pero crucial por el Beerschot en 2021, cedido por el Brighton. Con 53 partidos y 3 goles, «Niño Moi» se potenció en Bélgica antes de regresar a Inglaterra y convertirse en figura. Su experiencia fue un punto de inflexión que abrió la puerta a toda una generación.
Hoy, la legión ecuatoriana en tierras belgas sigue creciendo: Anthony Valencia en el Royal Antwerp, Nilson Ángulo en el Anderlecht, Alan Minda en el Cercle Brugge y Yaimar Medina, recién fichado por el Genk, representan el presente y el futuro del fútbol ecuatoriano en Europa.
Y si de pioneros se trata, imposible no recordar a Rorys Aragón, campeón en 2008 con el Standard de Lieja, quien encendió la chispa para que más compatriotas soñaran en grande.
Bélgica ya no es solo la tierra del chocolate y la cerveza. Ahora también es sinónimo de talento ecuatoriano floreciendo. La historia se sigue escribiendo, con tinta tricolor y corazones que laten al ritmo de un balón que cruza fronteras.