Los disturbios tuvieron consecuencias: hay un herido y un detenido
Una violenta pelea entre grupos ultras del Rayo Vallecano y del Lech Poznan se desató durante la noche en las calles de Vallecas, horas antes del partido de la Conference League, cuando decenas de radicales de ambos equipos se enfrentaron con bengalas y otros objetos, obligando a la Policía Nacional a intervenir con disparos al aire para disolver los disturbios.
Las autoridades habían catalogado el partido como de alto riesgo, con un dispositivo especial de unos 400 agentes, ante la llegada de más de 700 seguidores polacos. El enfrentamiento entre los ultras no se evitó, pese a que las convocatorias circulaban desde días antes en foros y canales privados.
Los altercados comenzaron cerca de la medianoche en los alrededores del estadio de Vallecas donde ambos grupos ultras se habían citado. Testigos relataron que los radicales se lanzaron bengalas y objetos contundentes, destrozaron mobiliario urbano y se enfrentaron en plena calle.
La Policía Nacional desplegó un operativo y efectuó disparos al aire para dispersar a los implicados. Tras el enfrentamiento, un radical resultó herido, por lo que fue trasladado a un hospital cercano, mientras que otro fue detenido.
El sindicato policial JUPOL criticó la falta de previsión y aseguró que «no es un incidente espontáneo, sino una convocatoria organizada, anunciada y conocida, ante la que no se adoptaron medidas preventivas».
Los disturbios vuelven a poner sobre la mesa el problema recurrente de la violencia en torno al fútbol europeo. En esta ocasión, fue el barrio de Vallecas y sus vecinos quienes sufrieron las consecuencias de los radicales.