Los de Xabi Alonso no consiguen superar el empate ante el Al-Hilal y dejan dudas en su debut del Mundial de Clubes
El Real Madrid empezó con mal pie el Mundial de Clubes, con problemas en la creación de juego y con ciertas lagunas defensivas que hicieron recordar los fantasmas de la campaña anterior. El Al-Hilal por su parte, progresó con sentido, genero ocasiones de peligro y supo defender en bloque bajo para sacar un punto de oro en el grupo H.
Las sorpresas y las novedades llegaron horas antes del pitido inicial, donde conocimos nuevamente gracias a una filtración el primer XI de la era Xabi Alonso a los mandos del conjunto blanco. El técnico vasco utilizó un 4-3-3 con Courtois; Trent, Asencio, Huijsen, Fran García; Tchouameni, Valverde (C), Bellingham; Vinícius Jr, Rodrygo, Gonzalo García (actuando en punta y sustituyendo a un Kylian Mbappé ausente debido a un cuadro de fiebre).
Al-Hilal mereció más en una primera mitad poco brillante del Madrid
El conjunto dirigido por Simone Inzaghi comenzó el encuentro con decisión y personalidad. Sin achicarse ante el Real Madrid y saliendo con el balón jugado desde atrás gracias a las ayudas de Rubén Neves incrustándose entre centrales. Sin embargo, los de Xabi Alonso contrarrestaron esa salida aseada con una presión alta característica en los equipos del vasco. En el 3´de partido llegó el primer susto para los blancos tras una prolongación al área que terminó en una falta a pocos metros de Thibaut Courtois.
En apenas unos minutos vimos con claridad los cambios de roles/sistema en el equipo español. Frente a la multitud de problemas con balón que tuvo el conjunto blanco la campaña anterior, Xabi ordenó a Trent asumir responsabilidades. Cuando se iniciaba desde atrás, el inglés, se desplazaba integrándose en la línea de los centrocampistas junto con Tchouameni para generar ventajas y así tener una limpia salida de balón. Pese a eso, el Al Hilal continuó con ritmo y con ganas de atacar los espacios que dejaba el Real Madrid.
Los desajustes seguían llegando junto con las ocasiones de peligro del conjunto de Arabia Saudí. En ataque tanto Rodrygo como Vinícius intentaban buscar dar anchura al campo, lateralizar el juego y generar peligro desde los costados para contrarrestar al equipo de Inzaghi montado defensivamente en un 4-4-2, con movimientos corales en bloque y una presión cercana al hombre.
En el 15´de partido, Vinícius recibió lo que sería su primera amarilla de la temporada tras simular una falta al borde del área. El vértigo al que el brasileño nos tiene acostumbrados parecía no llegar, y es que, le estaba costando y mucho, liberar al conjunto de Xabi Alonso los costados para que perfiles, precisamente como el del propio Vinícius o Rodrygo, pudieran encarar a campo abierto.
Las flaquezas defensivas parecían no haberse solucionado y tras una nueva llegada del Al-Hilal, Renan Lodi anotó el primer tanto de la tarde que, finalmente, acabo por no subir al marcador por fuera de juego. La iniciativa seguía cayendo para unos saudíes a los que se les veía mucho más frescos y activos en el transcurso de la primera mitad. El Madrid no encontraba soluciones a través de la pelota, con un equipo muy roto y sin prácticamente soluciones por parte del centro del campo. La figura de Tchouameni fue de lo más destacado, aportando ayudas a los dos centrales, ocupando mucho espacio y siendo el más activo en el bloque intermedio.
En el parón de hidratación, Xabi aprovechó para corregir la presión, ajustar pequeños detalles que no estaban saliendo en los primeros tramos del encuentro y sobre todo, para recalcar la búsqueda del hombre libre entre líneas, algo que no se estaba consiguiendo. El discurso generó impacto, y tan solo unos minutos más tarde, Trent robó en campo propio, Gonzalo García cayó a recibir, realizó una conducción hacia dentro deshaciéndose de dos rivales, filtró un balón hacia Vinícius y finalizó una transición de categoría para poner en ventaja al Real Madrid.
Cuando parecía que los jugadores del Madrid se iban a marchar al túnel de vestuarios con ventaja en el mercador, una nueva desconexión en el 41´de partido, esta vez de Asencio, provocó la pena máxima a favor del conjunto de Arabia Saudí. Rubén Neves no perdonó desde los once metros y puso tablas en el marcador.
Falta de ideas y de precisión
Xabi modificó y ajustó varios detalles en el descanso. Tchouameni retrasó su posición unos metros y Güler accedió al terreno de juego por el sustituido Asencio, en posiciones intermedias, pero cayendo hacia el costado diestro. El Madrid salió con otra cara. Inició eufórico y enérgico la segunda mitad, cerca del gol y con mejores propuestas que en los primeros 45 minutos.
Aunque el conjunto blanco adelantó sus líneas, los problemas al asociarse por dentro e intentar meter en campo propio a los de Inzaghi no cesaban. La presión del Madrid no era muy intensa y el Al-Hilal empezó a darle pausa al encuentro, girar el juego y buscar dormir el partido a través de la posesión. Es cierto que la entrada de Arda Güler mejoró con pelota al conjunto blanco, pero el cansancio iba haciendo mella, el calor y la humedad agotaban poco a poco el físico que quedaba en los 22 jugadores de campo y las ocasiones cada vez llevaban menos peligro.
En el 65, Xabi buscó nuevamente dar un aire fresco al equipo sustituyendo todo el perfil diestro. Rodrygo salió por Brahim, mientras que Lucas Vázquez ingresó al terreno de juego por un Trent discreto y algo tímido en su primer encuentro con la elástica blanca.
Las circulaciones interiores a medida que pasaban los minutos generaban menos peligro gracias al bloque tan compacto y unido que seguía manteniendo el Al- Hilal. En los extremos, la amenaza era nula con un Vinícius desaparecido y un Brahim que todavía se estaba adaptando a las condiciones de juego. Ya en los últimos instantes del partido, tras un centro lateral sin receptor, Fran García se llevó un fuerte golpe en el rostro que el colegiado acabo señalando como acción punible. Una oportunidad desde los once metros que no podía desaprovechar el Madrid si quería dormir líder en esta primera jornada. Finalmente, el gol que no llegaba desde jugadas hilvanadas, tampoco lo iba a hacer desde la pena máxima. Valverde erró desde el punto de penalti y el reparto de puntos se hizo efectivo.
Lo que queda claro, es que aún es muy pronto para ejecutar el plan que Xabi quiere implantar en su nuevo equipo. La presión alta duró tan solo 20 minutos, el físico no acompañó y el equipo no consiguió dominar con un centro del campo invisible. En definitiva, queda mucho trabajo por delante en esta 25/26.