El turco cambió la cara del Real Madrid durante la gran final. Dio una asistencia y fue clave en la mejoría del juego de los blancos

Arda Güler es diferente

El turco jugó a las mil maravillas en la Final de la Copa del Rey. Y el negocio no era fácil; salió con el 1-0 en el marcador y con un Barcelona dominante. Sin embargo, el centrocampista fue la clave del cambio de los blancos. Desde la inoperante banda derecha ocupada en la primera mitad por Rodrygo, Arda fue indetectable para el conjunto azulgrana y su posición cambiaba según lo que necesitase el equipo. Se le vio cerca de ambas áreas, trabajando para sacar el balón o para dar ese último pase que nadie tiene.

El partido de ayer puede ser su punto de inflexión. Tras dos temporadas en las que ha pasado de puntillas, el joven centrocampista sigue peleando por una estabilidad que está cerca de llegar después de su buena actuación de ayer. La inoperancia de Brahim y de Rodrygo le pueden abrir las puertas de la titularidad en los partidos que quedan de liga y, sobretodo, en el Mundial de Clubes que se disputará en junio. La temporada de Güler, por raro que parezca, puede empezar ahora, en un mes de abril en el que el Real Madrid está fuera de la pelea por casi todos los títulos.

Suspensos de Rodrygo y Brahim

El madridismo pide a Arda Güler, entre otras cosas, por la incompetencia de los dos jugadores que ocupan su mismo puesto. Rodrygo está mostrando su peor cara desde que llegó al Real Madrid allá por 2019. En lo que va de año, solo acumula un gol en Liga y es intrascendente en todos los encuentros pese que es uno de los jugadores mejor valorados de la plantilla. El brasileño se ha dormido en los laureles, y pese a que es un hombre de confianza para Ancelotti, su estatus de titular queda en peligro de cara al siguiente curso.

Brahim, por su parte, vive una situación similar. Ayer fue la prueba de que no es la mejor temporada del hispano – marroquí. Salió sustituyendo a un exhausto Vinicius y acabó el partido señalado por sus errores con el balón en los pies y por la pasividad que mostró en el gol que decidió la final. El «21» tuvo una ocasión clara en la que Arda Güler se encontraba completamente solo en dos ocasiones, pero la jugada acabó con un disparo que se fue por la banda.

Güler ve así como se abre un panorama nuevo en el Real Madrid. Es cierto que queda poca temporada y que las posibilidades de hacer algo en La Liga son remotas. Pero hay un Mundial de Clubes en junio que puede significar un verdadero punto de inflexión de cara a la siguiente temporada.