En una noche mágica de Champions, el Paris Saint-Germain salió con vida de Villa Park en un partido que tuvo de todo: goles, errores, remontadas y un ambiente electrizante. Aunque los franceses llegaron con una cómoda ventaja en el global, el Aston Villa demostró que no hay imposibles cuando se juega con el corazón.
El primer golpe fue parisino: Vitinha recuperó una pelota clave en mitad de cancha y abrió a la banda para Barcola, quien recorrió todo el carril y metió un centro venenoso que terminó en los pies de Hakimi tras un error de Dibu Martínez. El marroquí no perdonó y abrió el marcador. Poco después, Nuno Mendes sorprendió a todos con un misil desde la media luna que puso el 0-2 parcial. Parecía que la historia ya estaba escrita… pero el Villa tenía otros planes.
Los ingleses comenzaron a empujar y a jugar más cerca del área rival. En una de esas, Tielemans probó de media distancia y su remate, desviado por Pacho, descolocó a Donnarumma para el 1-2 que devolvía la esperanza. El estadio rugía, y la segunda mitad se convirtió en un verdadero infierno para los de Luis Enrique.
Apenas cinco minutos después del descanso, McGinn firmó uno de los goles de la temporada con un disparo brutal desde fuera del área al ángulo. Donnarumma voló, pero no llegó. Y antes del minuto 60, Rashford hizo de las suyas por la banda, metió un pase raso al área y Monsa definió a placer: 3-2. La remontada estaba a un gol.
A partir de ahí, el PSG resistió como pudo. Donnarumma se vistió de héroe con atajadas monumentales ante Rashford, Tielemans y Asensio. El Villa siguió atacando con todo lo que tenía, pero el tiempo se convirtió en su peor enemigo. El pitazo final selló la clasificación de los parisinos, que terminaron pidiendo la hora.
Una batalla digna de Champions, donde los errores defensivos, los golazos y la entrega absoluta fueron protagonistas. PSG avanza, pero con muchas más dudas que certezas. Villa se despide, pero con la frente en alto y un equipo que promete dar guerra en Europa por mucho tiempo más.
El PSG espera rival entre el Arsenal y Real Madrid, además las semifinales se jugarán el próximo martes 29 de abril.