En medio de la polémica desatada por la pretemporada que el primer equipo de las “águilas” realiza en Estados Unidos cuando el torneo ya ha iniciado, la casaca azulcrema ha sido resguardada por el talento de aquellos jóvenes deseosos de una oportunidad de portar y defender el escudo del equipo más ganador del balompié nacional.
Entre debuts y la búsqueda de afianzarse en el primer equipo, la Sub-23 del tricampeón ha encarado los primeros dos duelos del certamen (Querétaro y Tijuana) con carácter, desparpajo, intensidad, buen fútbol y sobre todo seriedad, obteniendo no solamente resultados, sino que, además, méritos para poder pensar en hacerse de un lugar en el primer equipo, al mano del Director Técnico, André Jardine.
El buen trabajo de las fuerzas básicas no solo se refleja con los jugadores que participaron en ambos duelos, sino que también con la mente maestra detrás de todos ellos, el responsable del funcionamiento del equipo, Diego Cervantes, quien afrontó y cumplió con creces la que significó una de esas «oportunidades que se sueñan».
Cuatro puntos de seis posibles, el promedio de edad más bajo en los últimos 88 años y 6 jugadores que debutaron en primera división (Daniel Israel Alvarado, Aarón Arredondo, Diego Arriaga, Walter Portales, Joshua Strimling, Christo Vela) son situaciones que no deben pasar desapercibidas. Talento existe, y eso ha quedado claro. La cuestión radica en la consolidación que cada uno de los que conforman este equipo pueda tener en un plantel tan exigente que oportunidades así, pocas veces llega a brindar.