Ecuador, un país conocido por su belleza natural y riqueza cultural, también alberga una peculiaridad que ha influido en el mundo del deporte: su altitud
En el fútbol, Ecuador es famoso por su pasión por el fútbol, y uno de los secretos detrás de su éxito en casa radica en la altitud de su capital, Quito.
A una elevación de 2,850 metros sobre el nivel del mar, jugar en el Estadio Olímpico Atahualpa se convierte en un desafío para los equipos visitantes. La disminución de oxígeno en el aire afecta la resistencia y el rendimiento físico de los jugadores foráneos, brindando una ventaja a los ecuatorianos.
La altitud de Ecuador no solo ha dado forma a su cultura deportiva, sino que también ha contribuido a su éxito en diversas disciplinas. Desde el fútbol hasta el atletismo y el ciclismo, el país ha demostrado que la altura puede ser una ventaja estratégica única en el mundo del deporte.