Vuelven las eliminatorias y Gustavo Alfaro tiene la gran prueba al enfrentarse a rivales directos. Lo malo: los fantasmas del pasado
Marzo del 2017, décimo tercera fecha de las eliminatorias rumbo a Rusia, Ecuador se enfrentaba a Paraguay en Asunción, el equipo de Quinteros venía del mejor arranque en la historia de las eliminatorias para Ecuador, marchaba tercero con 20 puntos y llegaba de golear a Venezuela en Quito. La tri perdió frente a los paraguas y no volvió a sumar puntos en esa clasificatoria.
Dolorosa eliminación del equipo ecuatoriano luego de su arranque de caballo terminó con una parada de burro. Ese partido contra Paraguay fue el punto de inflexión para una seguidilla de derrotas de las que nunca se pudieron reponer, pasaron de estar terceros a acabar octavos y firmar su peor campaña en este siglo.
Con los pies sobre la tierra
Martes 31 de agosto, a dos días del inicio de una nueva fecha de eliminatorias, las mismas que regresan luego de esa doble jornada a inicios de junio que culminó con el arranque de la Copa América y un Brasil siendo Brasil: dominante en Sudamérica por eliminatorias mundialistas.
Una seguidilla de partidos que dejaron más dudas que certezas en el equipo de Alfaro, la tri que camina tercero en las eliminatorias más duras del mundo, (sí al igual que las eliminatorias pasadas cuando enfrentaron a Paraguay), no quiere tener un deja vu al acordarse del inicio de la clasificatoria a Rusia y su consumación.
Siendo conscientes de este panorama y revisando el último antecedente, en Ecuador se respira un aire de desconfianza y recelo, primero por la polémica convocatoria de Alfaro y segundo porque sus jugadores claves en la suma de los 9 puntos como Caicedo, Estrada, Estupiñán y Arboleda no están en su mejor momento o peor: están lesionados.
Es ahora o nunca
El discurso conciliador de Alfaro que agarró una selección casi al iniciar las eliminatorias y sin tiempo para procesos, tiene su propio punto de inflexión, estando en una situación limite donde su credibilidad sustentada con resultados, buen juego y ganada con sobra de merecimiento se ve cuestionada por los últimos partidos (sin poder ganar ni uno) y por sobre estimar al rival (caso Perú en Quito). Esa credibilidad tiene su último esparrin donde la evaluación es simple: Sumar al menos 6 puntos de 9 contra sus rivales directos: Paraguay, Chile y Uruguay.
Es ahora o nunca Alfaro a demostrar que el proceso tiene bases, que Ecuador sabe competir y que la localía la aprovechará como históricamente lo ha hecho. Porque todos sabemos que si Ecuador quiere clasificar en Quito debe ganar.
Fuente: EFE
Twitter: @fredosanti
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